¿Sabía que en Wimbledon hay un museo del tenis? Aquí está su historia


En el centro de Wimbledon, el museo oficial del campeonato alberga más de 40.000 piezas históricas y tecnológicas que narran la evolución del tenis, con experiencias interactivas, trofeos, ropa y realidad virtual que sumergen a los visitantes en el mito del torneo más prestigioso.

En estos días de verano, elAll England Lawn Tennis Club brilla con luz propia, atrayendo a aficionados y curiosos de todo el mundo. Los Campeonatos de Wimbledon, que se celebran como de costumbre entre finales de junio y principios de julio, pueden describirse como la cumbre del espectáculo del tenis sobre hierba. Con el telón de fondo de la tradición viva se alza el Museo del Tenis sobre Hierba de Wimbledon, un lugar donde la historia del tenis toma forma y se convierte en una experiencia interactiva y cultural.

Situado en la prestigiosa casa club de Wimbledon, en Londres, cerca de las pistas, el museo fue inaugurado en 2006, con motivo del centenario de los Campeonatos, por el Duque de Kent. Alberga la mayor colección del mundo dedicada al tenis, con más de 40.000 piezas que van desde objetos que se remontan al siglo XIX hasta los accesorios más modernos de la Era Abierta. De hecho, los orígenes del museo se remontan a 1977, con la primera colección oficial alojada en la Pista Central durante las celebraciones del centenario. A lo largo de los años, el museo ha experimentado diversas evoluciones, a menudo dirigidas por figuras como Honor Godfrey, conservadora entre 1999 y 2014, que contribuyó a transformarlo de una simple colección en una experiencia cultural completa. Las exposiciones se renuevan cada temporada, con nuevas instalaciones y reflexiones dedicadas a momentos y personalidades concretas del Campeonato.

Interior del Museo de Tenis sobre Hierba de Wimbledon
Interior del Museo del Tenis sobre Hierba de Wimbledon

En la actualidad, el museo abarca varios espacios y constituye una de las experiencias culturales más interesantes relacionadas con este deporte. La visita comienza con el descubrimiento de los primeros orígenes del tenis moderno. El recorrido del museo reconstruye la evolución de este deporte, empezando por las raquetas de madera y las herramientas rudimentarias del siglo XIX, hasta llegar a los materiales compuestos, hablamos de la fibra de vidrio, el grafito y otros polímeros, que revolucionaron las técnicas y los estilos de juego.

Cabe destacar la sección dedicada a los trofeos: el Gentlemen’s Singles Trophy masculino de plata dorada, presentado por el All England Club en 1887, y el elegante salver de plata (una bandeja plana), conocido como Rosewater Dish o Venus Rosewater Dish, concedido a la campeona femenina, introducido en 1886 con motivo de la institución de la challenge round. Fabricado en plata de ley con adornos chapados en oro, el plato tiene un diámetro de 18,75 pulgadas. El aparato decorativo se inspira en la mitología: en el centro aparece la figura alegórica de la Templanza, sentada sobre un cofre, sosteniendo una lámpara en la mano derecha y una jarra en la izquierda, rodeada de atributos simbólicos como una guadaña, una horca y un caduceo. Cuatro reservas dispuestas en la superficie del plato representan otras tantas deidades clásicas asociadas a los elementos. En el borde, en cambio, están representadas las siete artes liberales bajo la guía de Minerva, cada una acompañada de sus herramientas distintivas: astrología, geometría, aritmética, música, retórica, dialéctica y gramática.

El Trofeo de Solteros Caballeros y el Plato de plata Venus Rosewater
El trofeo de soltero de caballero y el plato de plata Venus Rosewater

Las destacadas colecciones del museo incluyen también varios núcleos temáticos. La sección efímera contienecarteles oficiales de campeonatos de principios del siglo XX, mientras que el núcleo de artes decorativas incluye objetos y recuerdos relacionados con el tenis y otros deportes de raqueta, producidos entre mediados del siglo XIX y la segunda mitad del siglo XX. La colección incluye cerámica, porcelana, objetos de plata, estaño y otros materiales, a menudo adornados con motivos simbólicos o escenas de juego. Entre los objetos hay tazas, jarrones, ceniceros, azulejos, cajas de cerillas, recogedores, artículos de confitería, de té y de escritorio. Algunas piezas se distinguen por su estilo Art Nouveau, otras están relacionadas con lugares como Gorleston-On-Sea o Margate. No faltan las piezas conmemorativas, dedicadas a figuras históricas del tenis, como William Renshaw, o a aniversarios deportivos, como el 75 aniversario de Wimbledon.

El cartel oficial del Torneo de Wimbledon de 1967
El cartel oficial del Torneo de Wimbledon de 1967
Bandeja de peltre Art Nouveau, hacia 1902
Bandeja de peltre Art Nouveau, hacia 1902
Azulejo de loza vidriada con un motivo pintado a mano en marrón que representa a un hombre y una mujer jugando al jeu de paume, hacia 1850- 1900
Azulejo de loza vidriada con un motivo marrón pintado a mano que representa a un hombre y una mujer jugando al jeu de paume, hacia 1850- 1900

La colección de moda, por su parte, ofrece una selección de ropa y calzado que narra la evolución de la indumentaria del tenis. Además de prendas vintage de lino, seda y algodón de finales del siglo XIX y de las décadas de 1920 y 1930, hay zapatos usados durante los torneos de Wimbledon por campeones como Andy Roddick (2009), Rafael Nadal (2008, 2010), Andy Murray (2012), Simona Halep y Petra Kvitova (2014), así como Chris Evert en las décadas de 1980 y 1989. La colección se completa con accesorios como bufandas, sombreros y corbatas, vinculados a figuras de la organización del torneo. El conjunto da testimonio de la evolución estilística y rinde homenaje a figuras del tenis moderno e histórico.

La sección dedicada al material de juego documenta, a través de una rica colección de raquetas, la evolución técnica y formal del tenis entre los siglos XIX y XX. Entre las piezas más antiguas, destacan la raqueta con cabeza inclinada de William Renshaw (1870) y un raro modelo en miniatura con cabeza asimétrica (1885). Hay instrumentos pioneros, como el conjunto Sphairistiké de 1874, uno de los primeros juegos que pueden asemejarse al tenis moderno, y curiosos accesorios, como una bota de caballo utilizada para tirar de rodillos en campos de hierba (1880). Las raquetas también hablan de la innovación en los materiales: desde la madera de la Dunlop ’Maxply’ (1932) y la Donnay ’Combat’ (1949), hasta el acero de la Accles & Pollock (1930) o la Wilson T-2000, jugada por Ann Jones en 1969. Algunos modelos presentan características experimentales, como los mangos curvados de la Erge Anatomic (1983), el doble encordado de la Blackburne DS 107 (1997) o las cabezas sobredimensionadas de la The Weed (1980).

Traje de tenis de lino, hacia 1895
Conjunto de tenis de lino, hacia 1895
Zapatillas Puma de John Barrett, 1986
Zapatillas de tenis Puma usadas por John Barrett, 1986
Raqueta de tenis Erge 'Anatomic' con mango curvado, circa 1983
Raqueta de tenis Erge ’Anatomic’ con mango curvado, hacia 1983

Entre las piezas más interesantes se encuentran raquetas que pertenecieron a tenistas famosos como Chris Evert, Arthur Ashe y Björn Borg, junto con prototipos como la Dunlop Fort Maxply de garganta abierta (1978). Accesorios como cintas métricas de pista, contenedores de pelotas, ejemplares de cuero cosidos a mano (Slazenger, años 20) y paquetes de seis pelotas blancas de 1947 completan la colección. Algunos objetos, como el Acro ’Adjustable’ con marco ajustable o el Ergonom de 1987 con cabeza descentrada, dan fe de la continua búsqueda de nuevas soluciones para mejorar el rendimiento y el control.

Por último, la colección fotográfica reúne una selección de imágenes y postales de época, en su mayoría en blanco y negro, que retratan a tenistas activos entre los años 1920 y 1950, con algunas excepciones anteriores (1850-1900) dedicadas al croquet. Las fotografías inmortalizan a personalidades como Elizabeth Ryan, Bill Tilden, Henri Cochet, Dorothy Shepherd-Barron, Jacques Brugnon, Algernon Kingscote, Leslie Godfree, Harry Hopman, Cilly Aussem y Daphne Akhurst. Varias tomas documentan acontecimientos importantes: el debut en la pista de Kingscote y Godfree en 1922, los cuartos de final entre Randolph Lycett y Zenzo Shimizu en 1921, el partido de la Coronación en 1953. También hay imágenes poco comunes de las multitudes que esperan a la entrada del club de Worple Road, junto con retratos de atletas menos conocidos pero relevantes en la historia del tenis.

Postal fotográfica en blanco y negro que muestra una vista desde debajo de una tribuna en el All England Lawn Tennis Club, Worple Road, 1914.
Postal fotográfica en blanco y negro que muestra una vista desde debajo de una tribuna en el All England Lawn Tennis Club, Worple Road, 1914.

No hay que perderse The Whites of Wimbledon, que rinde homenaje a la evolución del uniforme oficial a lo largo de las temporadas. De hecho, la cultura del blanco, símbolo del torneo, es otro de los hilos conductores de la exposición. De hecho, el museo expone uniformes de época, desde las faldas largas del siglo XIX hasta las camisas y trajes técnicos diseñados por diseñadores contemporáneos, y muestra cómo la estética deportiva del tenis ha sabido combinar elegancia y funcionalidad. Un recordatorio constante de la pureza de la pista de hierba, la regla y el rigor, aún hoy vigentes, delall white.

Pero la experiencia no se limita a los objetos expuestos. Gracias a las tecnologías interactivas y multimedia, el visitante puede entrar en la atmósfera misma de la Pista Central. Una sección de realidad virtual permite a los visitantes revivir puntos memorables, percibir la física de la hierba y comprender la dinámica del juego a alto nivel. Es característica, por ejemplo, la experiencia virtual con John McEnroe, apodado El Genio, tenista que ostentó el número uno del mundo durante cuatro años seguidos, de 1981 a 1984. Pero, ¿en qué consiste? La simulación del deportista adopta la forma de un holograma que guía a los visitantes por zonas habitualmente inaccesibles, revelando anécdotas y trivialidades de entre bastidores y de los momentos previos a que pisara la pista.

Postal fotográfica en blanco y negro que muestra una vista del campo, hacia 1925
Postal fotográfica en blanco y negro que muestra una vista del campo, hacia 1925

Otros contenidos multimedia se enriquecen con pantallas táctiles y consolas interactivas, que permiten a los visitantes experimentar aspectos específicos de la ciencia relacionada con el césped, como el agarre, la fibrilación y la reactividad, enriquecidos con secuencias de vídeo históricas y juegos virtuales en los que participan los más jóvenes.

Junto a todo esto se encuentra la Kenneth Ritchie Wimbledon Library, la mayor biblioteca del mundo dedicada íntegramente al tenis. Contiene libros, revistas, películas, documentos históricos y audiovisuales, lo que la convierte en un recurso clave para aficionados, investigadores y periodistas que deseen explorar aspectos menos conocidos de este deporte.

Del 30 de junio al 19 de julio de 2025, el acceso al museo y a las zonas interactivas estará reservado exclusivamente a los poseedores de entradas para el torneo, con el fin de preservar la integridad y la experiencia del acontecimiento deportivo. Después de este periodo, el museo volverá a abrir sus puertas al público y ofrecerá visitas guiadas por experimentados guías Blue Badge. Las visitas incluyen recorridos exclusivos por la Pista Central, los vestuarios de los jugadores y la sala de trofeos, también disponibles en italiano, francés, español, alemán y lengua de signos británica, con audioguías de apoyo. La combinación de tecnología, narración e interacción hace del museo una realidad dinámica, capaz de atraer a un público amplio, desde niños pequeños hasta familias.

¿Sabía que en Wimbledon hay un museo del tenis? Aquí está su historia
¿Sabía que en Wimbledon hay un museo del tenis? Aquí está su historia


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