Cerrado por desalojo el Museo Diocesano de Nápoles: la increíble historia se desarrolla estos días en la capital de Campania en torno a la iglesia Donnaregina Nuova, donde tiene su sede el instituto, que pertenece al Ministerio del Interior, acaba de ser desalojado en virtud de una orden del prefecto y volverá a sus funciones religiosas. Joya barroca, la iglesia Donnaregina Nuova alberga el itinerario museístico dedicado al siglo XVII y exposiciones temporales (actualmente está en curso, hasta finales de mes, una exposición sobre obras maestras napolitanas del siglo XVII a cargo de la Fundación De Vito), y desde hoy ya no puede visitarse: los visitantes del complejo deben contentarse con la iglesia Donnaregina Vecchia, que acoge la primera parte del itinerario expositivo.
No se trata sólo de impedir que los visitantes vean un museo en su totalidad: el Museo Diocesano da trabajo a 50 personas, que ahora corren el riesgo de perder su empleo. El desalojo se llevó a cabo el 22 de mayo, en ejecución de una orden dictada por el prefecto, Michele Di Bari. El museo estaba instalado en la iglesia desde 2007, cuando el entonces arzobispo de Nápoles, Crescenzio Sepe, hizo gestiones para que Donnaregina Nuova albergara parte de las colecciones de la diócesis. La Curia, a su vez, había designado a una agencia, Cosmo Italia, para gestionar el museo, mediante un acuerdo que expiraba en 2027. Por ello, el Ministerio del Interior, a través del Fondo Edifici di Culto, concedió al museo el edificio en concesión: sin embargo, el contrato (que era de sólo 247 euros al mes) expiró el año pasado, en marzo, y no fue renovado, por lo que la iglesia volverá a manos del Ministerio del Interior. Pero aún no se ha encontrado ninguna solución para el museo.
En estas horas nos encontramos en un cruce de acusaciones. Los trabajadores del museo señalan con el dedo a la Curia, a la que responsabilizan de no renovarles el contrato. La Curia, sin embargo, rechaza las acusaciones, señalando que fue decisión del Ministerio reasignar la iglesia para el culto, y precisando que había insistido con el gestor, desde marzo de 2024 (cuando vence la concesión), “en el cese de las actividades museísticas dentro del complejo Donnaregina, debiendo prever, a requerimiento del Ministerio del Interior, la devolución del inmueble, al haber expirado el contrato de arrendamiento existente”. Sin embargo, “estas solicitudes no han sido atendidas en modo alguno”, según la Curia.
Cosmo Italia, sin embargo, no está de acuerdo con esto (y mientras tanto ya ha recurrido al TAR de Campania contra la devolución de la propiedad). El director general de Cosmo Italia, Elio De Rosa, en declaraciones al Corriere del Mezzogiorno, admitió que el contrato había expirado, pero impugnó la decisión de la Curia de no renovarlo “a pesar de la voluntad de la prefectura”. Según De Rosa, la postura de la Curia nace del deseo de “echar de los locales a los gestores que desde hace años gestionan y emplean a decenas de personas y que desde cero han construido una de las guarniciones culturales más prestigiosas del sur de Italia. En los últimos años ha acogido las obras de los más grandes maestros de la historia del arte, de Leonardo a Miguel Ángel, de Bruegel a Antonello da Messina y Caravaggio”. Además, De Rosa subrayó que “gracias al trabajo realizado hasta ahora, la Curia ha podido disfrutar de derechos sobre las entradas, frente a la ausencia de cooperación, que en los últimos meses se ha convertido incluso en un obstáculo”.
El proyecto de la Curia, según Elio De Rosa, consistiría en replantear radicalmente el modelo museológico del Museo Diocesano de Nápoles: ya no una sede en un único complejo, el de Donnaregina, sino un museo difuso. Un proyecto que, según el Corriere del Mezzogiorno, sería elaborado por el propio director del museo, Don Antonio Loffredo, a su vez vicepresidente de la Fondazione Napoli C’entro: la idea sería implicar a asociaciones, cooperativas y organizaciones que ya han trabajado con Loffredo.
En medio, como se preveía, están los trabajadores, que dependen de Cosmo Italia y temen que cualquier futura reorganización del museo suponga para ellos el fin de su experiencia laboral. La curia, sin embargo, ha hecho saber al diario Il Mattino que el museo no cerrará, y que sin embargo habrá “un proceso de reorganización que tiene como único objetivo valorizar el patrimonio eclesiástico de la ciudad, reforzando su función cultural, educativa y pastoral en la estela de su misión”. La curia se declara “abierta al diálogo constructivo con todas las instituciones y el mundo de la cultura, respetando las prerrogativas de cada uno y su propia misión, que es conservar, valorizar y hacer accesible el patrimonio espiritual y cultural”.
Por el momento, sin embargo, lo único cierto es que un museo está cerrado y decenas de trabajadores no saben qué será de su futuro: si se produce una reorganización, desde luego no puede decirse que se haya llevado de la mejor manera posible.
![]() |
Nápoles, obligada a desalojar el Museo Diocesano: he aquí por qué |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.