Una parte de la instalación de Edoardo Tresoldi (Milán, 1987) que se estaba montando en la Piazza San Pietro, en el centro del casco antiguo de Bari, se derrumbó en la mañana del 4 de diciembre debido al fuerte temporal que azotó la capital de Apulia. La obra, que aún se está montando, está concebida como una reconstrucción en malla metálica de los volúmenes de la iglesia y el convento antaño presentes en la zona. El proyecto forma parte de una intervención para valorizar el lugar, un sitio históricamente relevante caracterizado por una larga estratificación arqueológica. Según las primeras reconstrucciones y tal como informa Repubblica, una parte de la estructura cedió bajo la presión del viento y las fuertes lluvias. Los técnicos municipales, junto con el equipo de la obra, intervinieron inmediatamente, acordonando la zona e iniciando operaciones de seguridad para evitar nuevos hundimientos. No se registraron heridos y los daños se limitaron a la parte derrumbada. En estos momentos, la Superintendencia, junto con el personal del artista, está evaluando cuándo y cómo se puede llevar a cabo la restauración para permitir que continúen las obras previstas para los meses siguientes.
La arquitectura del artista, desarrollada a lo largo de cuatro años, adopta la forma de una reflexión arquitectónica sobre la relación entre el tiempo y la memoria, inspirada en la conocida instalación que Tresoldi creó en Siponto (Foggia) en 2016. El artista vuelve a utilizar mallas metálicas y el juego de transparencias para evocar lo que ya no existe y reinterpretar lo que permanece, insertando la intervención en la historia material e inmaterial del lugar. En efecto, el barrio de San Pietro, considerado uno de los puntos de origen de la ciudad, ha sufrido a lo largo de los siglos transformaciones y cambios de uso que han alterado su fisonomía. Por ello, la propuesta de diseño pretende restituir visualmente la complejidad estratigráfica del lugar, representando los edificios que se han sucedido mediante volúmenes que se entrecruzan y superponen. De hecho, se trata de hacer legible la variedad de fases de construcción, presentando arquitecturas encerradas unas dentro de otras como en una narración espacial.
El proyecto adquiere también una dimensión material específica: los muros de la iglesia más antigua están construidos con materiales inertes y de desecho procedentes de la demolición de edificios contemporáneos de la ciudad. La elección pretende reinsertar elementos del tejido urbano reciente en un nuevo ciclo constructivo, otorgando a los restos modernos una función interpretativa y simbólica. Este planteamiento refleja la idea de una memoria que no permanece estática, sino que puede releerse y reelaborarse a través de la arquitectura contemporánea. Desde principios del siglo XX, el yacimiento de San Pietro ha sido objeto de numerosas campañas arqueológicas dirigidas por el Ministerio de Cultura. Las excavaciones han revelado una continuidad de asentamiento de casi cuatro mil años, desde la Edad de Bronce hasta el siglo XX. La última campaña, finalizada en mayo de 2024, ha proporcionado datos adicionales para orientar la reconstrucción, que no se llevará a cabo como una réplica fiel de las estructuras históricas, sino como una interpretación artística en diálogo con la información arqueológica disponible.
La complejidad histórica del lugar supera a la de Siponto, ya que San Pedro pasó por numerosas fases: una iglesia altomedieval, luego reelaborada en el periodo románico entre los siglos XI y XII, nuevas modificaciones en el siglo XV con la construcción del monasterio franciscano y ampliaciones en el siglo XVII. En el siglo XIX, todo el complejo se reutilizó para fines civiles y se convirtió en el Hospital Consorziale, una estructura que sufrió graves daños durante el bombardeo de 1943 y por la explosión del vapor Charles Henderson en 1945. El edificio fue finalmente demolido en 1969. A pesar de la desaparición física de la arquitectura, la memoria del lugar ha permanecido presente a través de testimonios orales, historias familiares y referencias toponímicas. El patrimonio inmaterial constituyó un componente importante de la investigación llevada a cabo por Tresoldi, que consultó encuestas, mapas, documentos de archivo e informes de excavaciones, así como información recabada de la comunidad local. En el centro de las investigaciones se encuentra, por tanto, la huella persistente de la iglesia de San Pietro, aún reconocible en la percepción de los habitantes.
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| Parte de la obra de Edoardo Tresoldi en Bari se derrumba por el mal tiempo |
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