Restauración gratuita, la consejera de Cultura de Sicilia aclara: "las obras hay que pagarlas


El consejero de Patrimonio Cultural de la Región de Sicilia, Alberto Samonà, aclara su postura sobre la gratuidad de la restauración del políptico del siglo XV, afirmando que ha habido un malentendido: "la obra no puede ni debe ser gratuita, sino que debe pagarse".

Tras las numerosas polémicas suscitadas por la restauración gratuita de la obra maestra del Maestro del Políptico de Trapani, llegaron varias aclaraciones, tanto por parte de la asociación Amici del Museo Pepoli (el Museo Regional “Agostino Pepoli” de Trapani es donde se conserva el políptico restaurado de principios del siglo XV), como por el consejero de la Región de Sicilia para el patrimonio cultural y la identidad siciliana, Alberto Samonà, que había elogiado el gesto de los dos restauradores (Elena Vetere y Gaetano Alagna), que prestaron gratuitamente su trabajo, y había escrito que el suyo es un “ejemplo de buena práctica”, deseando que se difunda.

Las palabras de Samonà suscitaron un coro de indignación, porque parecía que el concejal estaba alabando el trabajo gratuito. Aclarando las circunstancias de la intervención fue primero la asociación de amigos del museo: la presidenta Lina Novara escribió una nota para comunicar que la asociación ’desea aclarar que, de acuerdo con los fines estatutarios que prevén ’actividades de interés general (art. 5 D. L. 3 julio 2017 núm. 117), teniendo en cuenta todos los recursos, incluidos los voluntarios y no remunerados, en tales actividades’, así como ’apoyar y ayudar a todas las iniciativas del Museo Regional Agostino Pepoli destinadas a valorizar el patrimonio artístico y cultural, prestando su trabajo tanto directa como indirectamente’, (art. 2 de los Estatutos), siguiendo las indicaciones de los técnicos del Museo Regional Pepoli de Trapani sobre la necesidad de realizar trabajos extraordinarios de mantenimiento en el mencionado Políptico, se ofreció a financiar la intervención y el relativo blindaje de la sala donde se expone la obra, con el fin de garantizar la correcta conservación de la misma y de las demás obras de la sala“. Para los trabajos de mantenimiento, la asociación, prosigue Novara, ”recurrió a sus miembros Gaetano Alagna y Elena Vetere, restauradores experimentados que, en el espíritu de voluntariado que anima a todos los miembros de la asociación, prestaron sus servicios gratuitamente.



Se trató, pues, de un gesto espontáneo de los dos restauradores. E incluso Samonà aclaró ayer su postura. “El trabajo no puede ni debe ser gratuito, sino justamente remunerado”, escribió en su página de Facebook. “Especificar esto me parece un deber para disipar cualquier duda sobre cómo pienso. Lo mismo pensaba ayer cuando trabajaba como periodista (conozco demasiado bien la situación de tantos compañeros mal pagados) y lo mismo pienso hoy como concejal de Patrimonio Cultural.”

El malentendido -explicó- surgió a raíz de un comunicado de prensa publicado posteriormente en esta página, pero al que le faltaban algunos elementos esenciales. De hecho, se refiere a la iniciativa de la Associazione Amici del Museo Pepoli, que, valiéndose de dos restauradores miembros de la misma asociación, quiso ofrecer trabajos de restauración al museo de Trapani: un gesto simbólico pero significativo, destinado a sensibilizar a todos sobre el cuidado del arte que todo ciudadano debe tener, también a través de acciones de sensibilización llevadas a cabo por las asociaciones, como ocurrió en este caso concreto. Mi referencia a las buenas prácticas se refería precisamente a las acciones de sensibilización, que pueden comprometer a todos, ciudadanos, asociaciones, particulares e instituciones, en nombre del arte y de la cultura, pero lamentablemente, debido a una redacción imprecisa por parte de mi gabinete de prensa, pareció que en la declaración invitaba a difundir la práctica del trabajo gratuito. Nada más erróneo y alejado de mi forma de pensar y de ejercer mi mandato".

“Desde hace un año”, relató Samonà, “realizo inspecciones en muchas obras de restauración, también para ver por mí mismo las condiciones de quienes trabajan entre bastidores y escuchar los problemas de su propia voz, y hace tres semanas me reuní con una delegación de restauradores en el despacho del concejal, que me contaron los problemas y las dificultades de esta categoría. También en las últimas semanas he contestado a los representantes de una asociación que representa a muchos restauradores que me habían solicitado una cita, escribiéndoles que promoveré personalmente una reunión para abordar juntos y de forma sinérgica los problemas de esta categoría”. A continuación, el concejal concluyó lapidariamente: “El trabajo debe respetarse siempre y en cualquier caso”.

En la foto: el políptico restaurado

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Restauración gratuita, la consejera de Cultura de Sicilia aclara: "las obras hay que pagarlas


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