En Roma, la Crypta Balbi reabre al público, pero no sólo como yacimiento arqueológico: se convierte en una “obra abierta”, un laboratorio vivo donde visitantes y estudiosos pueden ser testigos del redescubrimiento de Roma. La iniciativa, comisariada por Edith Gabrielli y Antonella Ferraro, se llama Crypta Balbi: obra abierta y se presentó oficialmente ayer. A partir del 12 de julio de 2025, todos los sábados se podrá acceder a la visita guiada gratuita para explorar la zona afectada por las excavaciones y las obras de restauración, una oportunidad única para “pasear por la historia mientras resurge literalmente de la tierra”.
La intervención forma parte de una operación de reurbanización más amplia que comenzó en enero de 2023, cuando el yacimiento de Crypta Balbi del Museo Nacional Romano se cerró para permitir nueve trabajos de excavación y restauración, cinco de los cuales fueron financiados por el proyecto Urbs -parte del Plan Nacional Complementario (PNC) al PNRR- con una inversión de 50 millones de euros.
“La Crypta Balbi”, afirma Alfonsina Russo, jefa del Departamento de Valorización del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, “es un lugar único en el mundo por su excepcional estratificación urbana”. Con Edith Gabrielli, que dirige el Museo Nacional Romano en esta fase de transición, hemos continuado las nueve obras en curso, incluidas las cinco financiadas con más de 50 millones de euros del Plan Nacional de Inversiones Complementarias (PNC) al PNRR, pensando al mismo tiempo en un proyecto de apertura al público. El objetivo era doble: relanzar esta y las demás sedes del Museo Nacional Romano y crear las mejores condiciones de trabajo para el nuevo director, cuya selección se está ultimando ahora. Agradezco al personal del Museo Nacional Romano y a todos los operadores externos, profesionales y empresas, que nos han permitido alcanzar este resultado".
“La Crypta Balbi”, se hace eco Edith Gabrielli, directora del VIVE - Vittoriano y Palazzo Venezia y directora interina del Museo Nacional Romano, "es un lugar extraordinario que encierra toda la historia de la ciudad: un área que, desde la antigüedad hasta el siglo XX, cuenta la historia de Roma a través de sus cambios, sus transformaciones y sus continuidades. En la actualidad, este lugar está siendo objeto de complejas obras de excavación y restauración que tardarán algún tiempo en completarse. El riesgo, en estos casos, es que el lugar acabe cayendo fuera del imaginario colectivo y, por tanto, en el olvido. Precisamente para conjurar este peligro se creó Crypta Balbi cantiere aperto: una iniciativa concebida para mantener vivo el interés y el afecto del público, iniciar desde ahora un proceso de valorización y hacer que la participación de los ciudadanos sea realmente activa.
Situada entre la Via delle Botteghe Oscure, la Via Michelangelo Caetani, la Via dei Delfini y la Via dei Polacchi, la Crypta Balbi es un yacimiento extraordinario, único por su capacidad para relatar más de dos mil años de estratificación urbana. Todo comenzó en el año 13 a.C., cuando Lucio Cornelio Balbo, influyente político y militar de origen hispano, hizo construir un teatro junto a un gran patio porticado: la crypta, de la que toma su nombre todo el complejo.
A lo largo de los siglos siguientes, la zona sufrió continuas transformaciones: a principios de la Edad Media albergó la iglesia y el convento de Santa Maria Domine Rose, sustituidos más tarde, en el siglo XVI, por un nuevo complejo dedicado a Santa Catalina de Alejandría, que permaneció activo hasta 1940. No fue hasta 1981 cuando el Estado italiano adquirió finalmente toda la zona, integrándola en el Museo Nacional Romano como una de sus cuatro sedes.
Crypta Balbi: obra abierta no es sólo una oportunidad para visitar una zona normalmente inaccesible, sino una verdadera experiencia educativa y cultural. El recorrido parte de Via delle Botteghe Oscure, continúa por la primera planta del Dormitorio Barberiniano -parte del antiguo complejo de Santa Caterina de’ Funari- y se abre con un vídeo introductorio producido por Light History s.r.l. para el Museo, dirigido por Mary Mirka Milo. En la película, dos especialistas autorizados, Daniele Manacorda y Federico Marazzi, flanqueados por figuras clave del equipo del Museo, como la arqueóloga Antonella Ferraro, la arquitecta Saveria Petillo y las restauradoras Debora Papetti y Fabiana Cozzolino, cuentan la historia de la Crypta y los últimos descubrimientos de las excavaciones.
El itinerario incluye una selección de hallazgos arqueológicos inéditos, expuestos en una estructura montada especialmente para la ocasión. Entre los hallazgos figura un capitel de pilastra corintia, cuya refinada decoración recuerda la del Foro de Augusto, pero que había sido reutilizado como tapa de una cloaca de la Antigüedad tardía.
También aparecieron varias cabezas y partes de estatuas, entre ellas dos femeninas -una de rostro alargado y cabello ondulado, la otra con rasgos que recuerdan las representaciones helenísticas de Venus- y dos masculinas más pequeñas, probablemente pertenecientes a decoraciones sarcófagas. También destaca una estatuilla sin cabeza y con patas de cabra, identificada como el dios Pan, una divinidad rural. Un relieve de mármol con una figura femenina con quitón e himatión podría representar a Atenea, aunque falta la égida con el gorgoneion.
El Studio TassinariVetta ha realizado una disposición ad hoc, pensada para facilitar la orientación y la comprensión de los contenidos en un contexto arqueológico complejo. El concepto se basa en la concentración y claridad de la información, creando un espacio arquitectónico de referencia que acompaña al público en su visita. El diseño gráfico recuerda la identidad visual del Museo Nacional Romano, creada por el mismo estudio en 2017, con un lenguaje visual contemporáneo pensado para poner en valor un patrimonio que sigue hablando al presente.
Las visitas guiadas serán gratuitas y tendrán lugar todos los sábados a partir del 12 de julio de 2025, a las 10.30 y a las 12.00 horas, previa reserva a través de la web oficial del Museo Nacional Romano: https://museonazionaleromano.beniculturali.it/crypta-balbi-cantiere-aperto.
Entre los descubrimientos más sorprendentes figura el hallazgo de un edificio nunca antes documentado: un edificio de dos naves, de 28 metros de largo y 15 de ancho, con orientación norte-sur, cuya construcción se remonta al siglo IX. Los datos estratigráficos indican que el edificio fue abandonado antes de su finalización, posiblemente como consecuencia de los terremotos de los años 801 y 847 d.C.. La hipótesis más acreditada es que se trataba de un edificio de culto que nunca llegó a terminarse, tesis que también apoyan su ubicación y tipo de construcción. Los estudios sobre este complejo siguen en curso, pero ya ahora el descubrimiento representa una pieza fundamental para comprender las transformaciones de la zona en la Alta Edad Media.
Otro hallazgo excepcional es el bothros, una fosa votiva situada en el centro de la zona arqueológica, que contiene cuernos de animales, cerámica y materiales datados en el siglo II a.C., mucho antes de la construcción del teatro de Balbo. La presencia de esta estructura ritual abre nuevas interpretaciones sobre el destino original de la zona, tal vez el emplazamiento de un santuario. El hallazgo podría confirmar la existencia de un templo vinculado al teatro, como fue el caso del teatro de Marcelo o Pompeyo, contrariamente a otras hipótesis que indicaban la presencia de fuentes monumentales.
Durante las excavaciones en los niveles de tierra formados entre los siglos V y VI d.C., periodo en el que el monumento fue abandonado, se encontraron varios fragmentos escultóricos. Entre ellos figura una cabeza femenina con rostro alargado, arco de las cejas muy pronunciado, ojos grandes, labios carnosos y frente en forma de pelta. El cabello, ondulado y dispuesto en bandas onduladas con raya central, probablemente se complementaba con un elemento adicional sujeto con cola, dada la ausencia de alfileres. En esta superficie se conservan ligeros restos de color. Otra cabeza femenina presenta un peinado sujeto por una tenia, con mechones ondulados que se recogen en un nudo en la parte superior de la cabeza; por sus características, puede remontarse a las representaciones helenísticas de la diosa Venus.
También han aparecido dos pequeñas cabezas masculinas, posiblemente parte de la decoración de un sarcófago. Una muestra un estilo muy simplificado, típico de los retratos del periodo tetrárquico, mientras que la otra representa a un hombre barbudo con el pelo ondulado y barba poblada, ambas realizadas con profundas perforaciones. También es de especial interés un fragmento de relieve de mármol blanco, que representa una figura femenina de pie, vestida con un ligero quitón y una himatión que envuelve el cuerpo en sinuosos pliegues. Su brazo izquierdo, levantado, parece sostener un atributo, tal vez una lanza, lo que sugiere una posible identificación con Atenea, aunque falta la égida sobre el pecho.
Por último, se encontró una pequeña estatuilla sin cabeza y con patas de cabra, lo que permite identificarla con el dios Pan, deidad vinculada a la vida pastoril. Un hallazgo curioso se refiere a un gran capitel de pilastra corintia, utilizado como losa de cierre de un pozo de alcantarilla de la Antigüedad tardía; por su representación naturalista y su composición plástica, encuentra comparaciones con los capiteles del Templo de Marte Ultor en el Foro de Augusto.
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La Crypta Balbi reabre como "obra abierta": arqueología viva en el corazón de Roma |
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