Se ha presentado en la Oficina de Prensa de la Santa Sede el proyecto internacional Puertas de la Esperanza, promovido por la Fundación Pontificia Gravissimum Educationis del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede, y realizado por el Comité para la Cultura y la Educación del Jubileo junto con Rampello & Partners. La iniciativa nace como prolongación simbólica de un gesto realizado al inicio del Jubileo: la apertura de la Puerta Santa en la cárcel Rebibbia de Roma, un acontecimiento que suscitó una profunda reflexión sobre el tema de la esperanza y la posibilidad de transformar la detención en un camino de renacimiento y diálogo. A partir de esa imagen toma forma un programa artístico y social de alcance internacional que pretende potenciar el papel educativo del arte en contextos difíciles, implicando a presos, artistas, instituciones y comunidades locales.
A lo largo de un año, se crearán diez Puertas del Arte que se colocarán frente a otras tantas instituciones penitenciarias, donde permanecerán visibles para todos. En una primera fase, se realizarán ocho instalaciones en Italia y dos en Portugal, con el objetivo de extender progresivamente el proyecto a otros países. Las Puertas pretenden traducir en lenguaje visual el mensaje de apertura y reconciliación lanzado por el Papa Francisco y relanzado por el Papa León XIV desde el inicio de su pontificado, también a través de la Exhortación Apostólica Dilexi Te, que será presentada mañana.
“La Iglesia siente como misión la responsabilidad de salir al encuentro de las personas en situación de detención para anunciarles el Evangelio de la esperanza”, explicó el cardenal José Tolentino de Mendonça, presidente de la Fundación Pontificia Gravissimum Educationis y prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede. “No podemos olvidar ni a la población reclusa ni la realidad institucional que representa la cárcel. Al contrario, queremos contribuir a despertar la conciencia de nuestra responsabilidad común como custodios de la esperanza. Cuando nos miramos como hermanos, se produce el tejido común de la esperanza”.
En Italia, la realización de las ocho Puertas se ha confiado a un grupo de destacados artistas y creativos, elegidos por su capacidad para establecer un diálogo con los lugares y las personas implicadas. En San Vittore de Milán, participará el arquitecto Michele De Lucchi; en la sección femenina de Borgo San Nicola de Lecce, estará Fabio Novembre; en Regina Coeli de Roma, trabajará Gianni Dessì; en Venecia, en Santa Maria Maggiore, intervendrá Mario Martone; en el Pagliarelli de Palermo, el proyecto se confía al chef Massimo Bottura; en el Canton Mombello de Brescia, participará Stefano Boeri; en la cárcel de Secondigliano de Nápoles, intervendrá Mimmo Paladino; por último, en Reggio Calabria -en un instituto aún por definir- intervendrá Ersilia Vaudo Scarpetta.
Los artistas, de acuerdo con la dirección de la prisión y con el apoyo del comisario de arte Davide Rampello, entrarán en los institutos para establecer un diálogo directo con los reclusos y el personal, con el fin de inspirarse en las experiencias e historias recogidas. Las obras se concebirán como síntesis de esta confrontación, transformando la reflexión sobre la prisión en un lenguaje artístico compartido. La realización de las Puertas tendrá lugar entre finales de 2025 y el primer semestre de 2026, con el objetivo de ofrecer una doble posibilidad de paso: para los reclusos, un camino hacia la sociedad a través de la vía de rehabilitación y educación que el proyecto pretende apoyar; para la sociedad, una puerta hacia el mundo carcelario, para superar prejuicios y construir un terreno común de conocimiento y respeto.
“Esperamos”, afirma monseñor Davide Milani, Secretario General de la Fundación Gravissimum Educationis, “un auténtico encuentro entre las ciudades que acogerán las Puertas y las comunidades penitenciarias; entre los prejuicios que se lanzan contra los presos y la realidad de las mujeres y los hombres que viven sus condenas”. Las Puertas de la Esperanza pretenden ser una oportunidad para que la opinión pública “entre” en la realidad de la cárcel, comprendiendo su necesaria función rehabilitadora y humana, para que ocupe un lugar cada vez más central en las preocupaciones de la política y de la sociedad civil".
El proyecto cuenta con el apoyo del Departamento de Administración Penitenciaria del Ministerio de Justicia, encabezado por su presidente , Stefano Carmine De Michele, quien afirma: “Las Puertas de la Esperanza es mucho más que una iniciativa artística. Es un camino. Un viaje que atraviesa simbólicamente los muros de la cárcel, abriéndolos a la luz del diálogo, la escucha, la belleza y, sobre todo, la dignidad humana. Este proyecto nace en plena coherencia con los objetivos del tratamiento penitenciario, que en nuestra constitución no termina con la ejecución de la pena, sino que persigue la reinserción social de la persona encarcelada a través de un camino de reeducación y crecimiento”.
La dimensión internacional del proyecto se materializa en Portugal, donde ya se han realizado dos residencias artísticas gracias a la colaboración con el Ministerio de Justicia de la República Portuguesa -Dirección General de Reintegración y Servicios Penitenciarios- con el apoyo de la Galería ZET y la Fundação Jornada. En elInstituto Penitenciario Educativo de Leiria, que alberga población reclusa juvenil, el artista Ilídio Candja creó la primera Puerta, mientras que en elInstituto Penitenciario de Tires, reservado a madres encarceladas con hijos, trabajó Fernanda Fragateiro. En su discurso, la ministra portuguesa de Justicia , Rita Júdice, recordó que “las puertas de la justicia deben permanecer siempre abiertas a nuevas oportunidades”, destacando cómo el arte puede “alimentar el deseo de justicia de los reclusos y generar un auténtico sentimiento de libertad”.
En términos materiales, las obras estarán realizadas en metal, piedra y madera, elementos elegidos por su valor simbólico: el sacrificio, la fe, la posibilidad de regeneración. El proceso de producción contará con el apoyo de importantes socios técnicos y artesanos que colaborarán con los autores. Entre ellos figuran KME Italia para el cobre, Riva1920 para la madera, Margraf para el trabajo del mármol, Bianco Cave para la extracción y transformación de la piedra de Lecce, el ingeniero Maurizio Milan con Buromilan para los aspectos técnicos y las certificaciones, y Studio FM Milano con Sergio Menichelli para la creación del emblema oficial de las Puertas de la Esperanza, presentado durante la rueda de prensa.
El comisario Davide Rampello explicó que la intención del proyecto es “confiar a la sensibilidad de artistas e intérpretes la tarea de hacer visible la fuerza de la esperanza, transformándola en materia viva, gesto compartido y belleza concreta”. La perspectiva educativa y social constituye uno de los pilares de la iniciativa, que persigue no sólo el crecimiento personal y cultural de los reclusos, sino también ofrecerles oportunidades concretas de reinserción laboral. En colaboración con instituciones de excelencia como laAcademia de Bellas Artes de Brera y ALMA - Escuela Internacional de Cocina Italiana, se organizarán cursos de formación y talleres para que los reclusos adquieran competencias técnicas y creativas que puedan utilizar una vez cumplida su condena.
El proyecto Porte della Speranza se realiza con la contribución de la Fondazione Cariplo. El Presidente Giovanni Azzone explica: "Estamos muy cerca de las necesidades de las personas que viven en prisión. Al favorecer vías de inclusión para estas personas, empezando por iniciativas culturales pero también de formación laboral, podemos considerar concreta su reinserción en la sociedad. Por tanto, aceptamos inmediatamente el proyecto porque responde a los objetivos de una fundación filantrópica como la nuestra, cuya función es utilizar los recursos acumulados de las comunidades para hacerlas más fuertes.
Cada fase del proyecto, desde los encuentros en las prisiones hasta el diseño y la construcción de las obras, se documentará en una película dirigida por Giuseppe Carrieri y en una publicación colectiva, un libro-catálogo que recogerá testimonios artísticos, textos críticos y aportaciones de los reclusos y personalidades implicadas. El objetivo es construir una narración coral de la esperanza como fuerza de transformación y como herramienta de participación.
Por su complejidad y múltiples dimensiones, Puertas de la Esperanza se propone, por tanto, no sólo como un proyecto artístico, sino como una experiencia comunitaria. Las instalaciones, fruto de un trabajo compartido, se convertirán en símbolos de renacimiento, diálogo y apertura entre el mundo de la detención y la sociedad civil, invitando a quienes las atraviesen a reflexionar sobre la posibilidad de un nuevo comienzo.
Las Puertas de la Esperanza no serán meros monumentos que observar, sino verdaderos umbrales que cruzar, capaces de devolver la visibilidad a quienes viven en los márgenes y de reforzar el vínculo entre arte, educación y dignidad del trabajo. Un proyecto que, partiendo del corazón de las prisiones, pretende hablar a todos, recordándoles que la esperanza sigue siendo la primera y más necesaria forma de libertad.
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La Santa Sede contará con diez "Puertas de la Esperanza" realizadas por artistas y diseñadores de renombre: el proyecto |
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