Un Fantastico Altrove (Un fantástico en otra parte ) es el evocador título de la exposición que anima las salas del Palazzo Senza Tempo, en el corazón de Peccioli, hasta el 19 de octubre de 2025, y que nos invita a “atravesar las cosas del mundo”, hilo conductor de la edición 2025 de Pensamiento Peccioli. Una inmersión profunda y sensible en ese “otro lugar” que Lorenzo Mattotti (Brescia, 1954) construye con su estilo inconfundible y su imaginería hecha de criaturas fantásticas, paisajes de cuento, animales parlantes y bosques del alma.
Mattotti no ilustra. Sus imágenes no decoran las historias, sino que las revelan, las amplifican. En sus obras los colores estallan, las líneas se retuercen, el negro brilla, el trazo se hace fuerte y luego ligero, en una armonía que habla del niño que fuimos y de lo que aún podríamos volver a ser. Un otro lugar que no es evasión, sino retorno: al origen, al asombro. Para sumergirse con ojos nuevos en las cosas del mundo, para descubrir que tal vez el otro lugar nunca ha estado tan cerca.
A través de ocho secciones, como ocho etapas de un viaje iniciático, la exposición recorre la trayectoria de uno de los ilustradores contemporáneos más queridos, capaz de moverse entre los grandes mitos de la literatura fantástica con un estilo reconocible, nunca didáctico, siempre evocador. De la oscuridad encantada de Hansel y Gretel al universo crudo y animal de Mis estúpidas intenciones, pasando por las visiones psicoanalíticas inspiradas en Freud y las composiciones oníricas de El cuervo, cada sala es un mundo propio, un umbral que hay que cruzar.
En Le Antiche Creature, nacido de un proyecto para un calendario de Eni, Mattotti imagina un bestiario mítico que se desplaza por paisajes oníricos. “Inicialmente, respondí proponiendo una serie de paisajes fantásticos en los que el famoso perro de seis patas, símbolo de la empresa desde 1953, exploraría el mundo. Aunque el proyecto no convenció al cliente, me mantuve fiel a mi idea inicial, creando una nueva serie de animales fantásticos de inspiración mítica que deambulan por paisajes oníricos: las futuras imágenes del calendario Eni 2004”, explicó Mattotti. Gracias a la colaboración con Jerry Kramsky en 2007, el proyecto se amplió y se convirtió en un cuento infantil, Il Mistero delle Antiche Creature (Orecchio Acerbo, 2007), en el que las láminas en color se alternan con un marco narrativo en tinta. En Gulliver, presentado por primera vez en una exposición en Peccioli, el artista da forma a lo maravilloso y absurdo de la obra maestra de Swift, devolviéndole toda su fuerza irónica con lápices y pasteles vibrantes. "Con Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift“, afirma, ”descubrí un texto rico y denso que me fascinó como lector y me estimuló como artista. Las aventuras de Gulliver divididas en cuatro libros -los principales destinos visitados por el protagonista- son una viva parodia y crítica de la sociedad, las convenciones y el comportamiento humano de la época del autor. Las intrigas inventadas por Swift preparan el terreno para un maravilloso y absurdo mundo visual que he jugado a plasmar en imágenes. Los dibujos a lápiz y lápices de colores dibujan un mundo grotesco, en el que los episodios centrales se representan no sin un toque de ironía, necesario para pintar los rasgos más bajos de la naturaleza humana". Iniciado a instancias de la editorial Einaudi para la nueva traducción de Los viajes de Gulliver, el proyecto se publicará próximamente.
El cuervo (Einaudi, 2009), confiesa Mattotti más tarde, muestra la parte más inquietante e inquieta de su personalidad. Lou Reed buscaba un ilustrador con el que colaborar en su interpretación del cuento de Edgar Allan Poe. Tras la publicación de su álbum The Raven, Reed había montado una exposición con Robert Wilson sobre el poema narrativo. Reed había admirado la interpretación de Mattotti de Dr Jekyll & Mr Hyde y por ello quiso proponerle que adaptara su letra en color.
Para su versión de Las aventuras de Pinocho (Bompiani, 2019), Mattotti, en cambio, combinó por primera vez estilos y técnicas en un proyecto editorial: “lápices de cera grumosos, juegos de sombras, de movimientos y cuerpos. Los personajes se funden con el paisaje; en mi Pinocho todo se convierte en volumen, adquiere peso y sustancia, destila inquietud. Pinocho vive aventuras extremas. Corre, escapa, como en la cubierta, y sobre él se cierne algo amenazador. Aquí, mi Pinocho no encuentra paz, siempre corriendo en círculos”, afirma. Su relación con la historia de Pinocho, que, a pesar de ser considerado un mito de la literatura italiana cuando era niño, no le fascinaba, comenzó casi por casualidad, a petición de una galería-librería de Bolonia, que le había encargado dos grandes dibujos de Mangiafuoco y Pinocho colgados del árbol. Al mismo tiempo, Jacques Binsztok, responsable del sector “jeunesse” de la editorial Albin Michel, había reeditado los grandes textos infantiles y en esa ocasión, mostrándole los dos primeros dibujos, había comenzado el proyecto. “Adaptar un texto tan rico, que pasa de paisajes extraños y fantásticos a una descripción realista de la pobreza de la campiña toscana, no fue tarea fácil”, confesó Mattotti. “Pero el resultado fue tan bien acogido por el público y la crítica que me llamaron para participar en otros proyectos sobre esta obra maestra de la literatura italiana. Concebí la escenografía, los decorados y los personajes de la película de Enzo D’Alò. Luego pasé a ilustrar otras ediciones, incluida una en blanco y negro para Einaudi. Más tarde, las distintas versiones de Pinocho, desde los primeros dibujos en color hasta los bocetos en blanco y negro, pasando por la investigación para la película, se fusionaron en una sola edición”, la de 2019.
La famosa invasión de los osos en Sicilia, un cuento muy querido de Dino Buzzati, se ha convertido en cambio, por deseo de Lorenzo Mattotti, en una película de animación que conserva toda la poesía original y la realza con colores alegres y llenos de luz. “Cinco años de trabajo incansable y maravilloso”, explica. “Desde el principio, tuve clara la estructura de las imágenes. Transformar La famosa invasión de los osos en Sicilia en un guión fue complicado. Necesitábamos un hilo conductor y queríamos que alguien contara la historia”. Junto con los coguionistas Thomas Bidegain y Jean-Luc Fromental, inventamos al narrador siciliano Gedeone, al viejo oso y a Almerina, la niña que crece. Esto nos permitió resumir ciertos pasajes de la historia y hacer avanzar la narración sin traicionarla. El universo visual y las imágenes centrales de la película los concebí con bastante facilidad. El dibujo de Buzzati, mucho más ingenuo que el mío, esconde algunas ideas gráficas muy bellas y eficaces que integré en mi visión. Sus imágenes me ayudaron a tener una base estable sobre la que trabajar de forma más relajada. Trabajé en estrecha colaboración con el equipo de producción y los animadores. Fue un proyecto conjunto“, recuerda, ”en el que todos los talentos implicados contribuyeron a la construcción del resultado final".
"Hansel & Gretel fue uno de los pocos libros cuya interpretación gráfica me resultó natural", ha dicho el artista sobre su Hansel & Gretel (Orecchio Acerbo, 2018). “El uso de tinta en blanco y negro para expresar las angustias creó un efecto de inmediatez. Las imágenes se me aparecieron casi instantáneamente, como un seguimiento lógico de mi investigación personal de los últimos años sobre la interpretación pictórica del bosque. Estas grandes composiciones casi abstractas de follaje inmerso en la penumbra se convirtieron en el paisaje ideal en el que situar a los personajes del cuento de los hermanos Grimm”.
Con Racconti Analitici (Einaudi, 2011), creado a sugerencia de la editorial Einaudi para acompañar una nueva traducción al italiano de las obras de Sigmund Freud, el artista asumió el reto de condensar visualmente el pensamiento freudiano, transformando conceptos complejos como el inconsciente y el subconsciente en poderosas imágenes. “Para evitar convertirme en un exégeta del pensamiento freudiano, me dejé llevar por la atmósfera fantástica y delirante de los casos clínicos evocados, recorriendo los ’laberintos de la mente’ que Freud supo cartografiar”, explica. “De ahí la elección deliberadamente ambigua de crear un universo visual aparentemente contiguo al de los libros infantiles, un método que ya había adoptado en otros lugares”. Y luego está I miei stupidi intenti (Sellerio, 2023), para el que Mattotti se propuso crear una edición ilustrada de la famosa novela de Bernardo Zannoni, ganadora del Premio Campiello 2022. Sesenta y seis láminas, cinco de ellas en color y las demás dibujadas a sanguina, acompañan al lector en el fantástico mundo de Archy, la garduña, y de todos los demás animales protagonistas. “En el centro de mis dibujos está la naturaleza, cruda y al mismo tiempo bella”, afirma. “Una naturaleza tan viva como los animales que la habitan, en una atmósfera hecha única por las ilustraciones, donde se acompaña al lector y al mismo tiempo se le deja libre para crear su propio imaginario”. Como referencia para las ilustraciones, el artista eligió la tradición anglosajona del tipo clásico, que da amplio espacio a la naturaleza como elemento caracterizador de la historia.
En cada sala de Un Fantastico Altrove, se invita al espectador a dejarse atravesar. En otros lugares, Mattotti nos pide que volvamos atrás y veamos con ojos asombrados, que recuperemos la posesión de una imaginación no anestesiada, que redescubramos a través del signo, el color y la forma.
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En Peccioli, los grandes clásicos de la literatura infantil en los dibujos de Lorenzo Mattotti, de Pinocho a Gulliver |
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