Llega a los Uffizi como regalo un importante cuadro de Dante del siglo XVII con el conde Ugolino


Los Uffizi adquirieron, gracias a una donación, una importante pintura de alrededor de 1611 de Fra Arsenio: se trata de un lienzo que representa el episodio del conde Ugolino.

Una prestigiosa y rara adquisición dantesca llega a los Uffizi con motivo de las celebraciones del XVIII centenario de la muerte de Alighieri. En efecto, el museo ha recibido como regalo un lienzo de Fra’ Arsenio, nacido Donato Mascagni (Florencia, c. 1570 - 1637) que representa al Conde Ugolino, fechado hacia 1611. La obra fue donada por los Amigos de la Galería de los Uffizi, la rama americana de los Amigos de los Uffizi.

El lienzo, de grandes dimensiones y también por este motivo de considerable impacto, se expondrá próximamente, con carácter temporal, en la Sala della Niobe, en la segunda planta de la Galleria delle Statue e delle Pitture, donde permanecerá hasta el final del año dantesco. El cuadro está relacionado con uno de los episodios más famosos de la Divina Comedia, descrito en el canto XXXIII del Infierno, el famosísimo que tiene como protagonista al conde Ugolino della Gherardesca, que figura como traidor a su patria, lo que para Dante era el tercer pecado más infame (después de la traición a los huéspedes y la traición a los benefactores). Por esta razón, Ugolino es sumido en el noveno círculo, en la zona de Antenora, donde los traidores a la patria son sumergidos en las gélidas aguas del Cocito con la cara vuelta hacia arriba.



En la realidad histórica, el noble pisano fue encarcelado junto con dos hijos y dos nietos en la Torre della Muda de Pisa, y allí condenado a morir de inanición. El Poeta Supremo narra la historia, concluyéndola con el famoso verso “Poscia, più che ’l dolor, poté ’l digiuno” (“Después, más que el dolor, pudo el ayuno”), recordando cómo Ugolino, desesperado, había comido la carne de sus parientes: una parte de la atroz y sangrienta historia que Fra’ Arsenio evitó, prefiriendo el momento no menos dramático, pero mucho menos truculento, de las fases finales de su lenta agonía. El cuadro representa la escena que precede al trágico epílogo, la correspondiente al terceto “come un poco di raggio si fu messo / nel doloroso carcere, e io scorsi / per quattro visi il mio aspetto stesso”. En la representación visual de los versos de Dante, Fra’ Arsenio alcanza el vértice del drama: en primer plano, una luz lívida revela dos cuerpos ya sin vida, mientras que en el fondo un joven se desploma, consumido por el hambre. A la derecha, un desnudo tembloroso está de pie, próximo a la muerte; Ugolino, en el centro, representado de espaldas, asiste impotente al final de sus seres queridos antes de morir él mismo. Los cuerpos destacan sobre un fondo oscuro, iluminado por un haz de luz cruda que resalta las anatomías, representadas en su miseria física con inexorable exactitud anatómica. La angulosidad de algunos perfiles revela la atención a la verdad y la vocación naturalista de Fra’ Arsenio, que en Florencia probablemente había asimilado estos rasgos estilísticos de Jacopo Ligozzi y de los ciclos de frescos de Bernardino Poccetti.

La atribución del lienzo al pintor se debe a Mina Gregori, pionera de los estudios sobre la Florencia del siglo XVII: gracias al tema inconfundible, en textos de la época la estudiosa rastreó la ubicación original del cuadro hasta la Spezieria del Convento Servita della Santissima Annunziata de Florencia, donde permaneció hasta la segunda mitad del siglo XIX. Fra Arsenio, nacido Donato Mascagni, ingresó en la comunidad eremítica de los Siervos de María de Montesenario en 1605; de 1608 a 1614 estuvo interno en el convento florentino de la Santissima Annunziata, donde pintó la obra que acaba de ingresar en los Uffizi. El valor de la obra se debe también a la rareza del tema para la época. Desde la Edad Media, en efecto, se conoce un número conspicuo de ilustraciones de la Divina Comedia sobre papel (los Uffizi poseen la espléndida serie a ella dedicada con 88 láminas dibujadas por Federico Zuccari en la década de 1680), mientras que hasta el siglo XIX las representaciones en pintura o escultura de episodios de la obra de Dante son más bien escasas.

“Precisamente en el año de Dante, gracias a una generosa donación de los Amigos de las Galerías Uffizi”, afirma el Director de las Galerías Uffizi, Eike Schmidt, “el Museo se enriquece con una obra rara y sofisticada, que hasta ahora sólo se había expuesto al público con ocasión de la gran exposición sobre la Florencia del siglo XVII en el Palacio Strozzi en 1986. Es un testimonio precoz de la fortuna de la Divina Comedia en la cultura figurativa monumental: antes de este cuadro, sólo Pierino da Vinci (en un bajorrelieve de bronce hoy en la colección del Príncipe de Liechtenstein) había abordado la escena del Conde Ugolino, un tema que sólo a partir de finales del siglo XVIII sería frecuentado”.

“Fue gracias a la asociación sin ánimo de lucro a la que estamos afiliados, Amigos de la Galería de los Uffizi, que pudimos adquirir y donar a los Uffizi ’Il Conte Ugolino’ de Mascagni”, afirma Maria Vittoria Rimbotti, presidenta de los Amigos de los Uffizi. “Esta obra, que recuerda a un personaje toscano contemporáneo de Dante Alighieri, forma parte de Florencia y es justo que los florentinos la recuperen”.

Imagen: Fra’ Arsenio, El Conde Ugolino, detalle (c. 1611; óleo sobre lienzo, 148 x 206 cm; Florencia, Galerías Uffizi)

Llega a los Uffizi como regalo un importante cuadro de Dante del siglo XVII con el conde Ugolino
Llega a los Uffizi como regalo un importante cuadro de Dante del siglo XVII con el conde Ugolino


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