El Parque Arqueológico del Col iseo ha inaugurado una nueva sección museística en el interior de los hipogeos del Anfiteatro Flavio, completando así el proyecto museográfico global de los subterráneos del Coliseo, comisariado por Alfonsina Russo, Federica Rinaldi y Barbara Nazzaro.
Tras la inauguración en 2023 de la exposición permanente en la parte oriental del subsuelo, centrada en los protagonistas de los espectáculos -los gladiadores- con una proyección holográfica que realza el criptopórtico conectado con el Ludus Magnus (el gimnasio de entrenamiento), así como mosaicos, hallazgos en piedra y linternas de temática gladiatoria, el foco de atención se desplaza ahora hacia el público: más de 50.000 espectadores que, sentados en las gradas de la cavea, pasaban días enteros siguiendo los espectáculos ofrecidos por el Emperador.
Esta nueva sección forma parte de un plan más amplio de rehabilitación global del Coliseo, destinado a la creación de un museo repartido a lo largo del recorrido turístico del monumento. Los contenidos y temas se distribuyen según la procedencia de los hallazgos y su relación con el contexto original. El nuevo trazado pretende así dislocar los puntos de conocimiento histórico y cultural a lo largo del recorrido, contribuyendo también a una gestión más equilibrada del flujo de turistas. Teniendo esto en cuenta, también el museo situado en el segundo orden se someterá a una remodelación de diseño entre 2025 y 2026: se replanteará la narración histórica del Coliseo para reforzar el diálogo entre el monumento, su arquitectura y los materiales que le pertenecen, pasando por los distintos periodos de uso y reutilización.
Los hipogeos se han instalado con la intención de profundizar en el funcionamiento del espectáculo y en la experiencia de los espectadores durante el día.
En el sector oeste de los subterráneos, al final de la visita guiada habitual, se exponen por primera vez hallazgos arqueológicos surgidos durante las investigaciones iniciadas en 2022 bajo la dirección del PArCo. Además del sistema hidráulico bajo la plaza (tanto antiguo como moderno), las investigaciones también incluyeron la excavación del colector hidráulico subterráneo en la parte sur del Coliseo, liberando unos 70 metros de estratigrafía. En su interior se hallaron numerosos objetos acumulados como desechos -restos animales y vegetales, ánforas, lámparas de aceite, monedas, objetos de uso cotidiano-, testigos de un periodo en el que las actividades de mantenimiento empezaban a declinar, en las etapas finales de la vida del Anfiteatro.
Este nuevo recorrido expositivo, con el comisariado científico de Federica Rinaldi, Alessandra Celant y Claudia Minniti, se abre con un vídeo introductorio que relata las principales etapas de las investigaciones arqueológicas y los estudios especializados realizados entre 2022 y la actualidad.
Para recrear la atmósfera de aquellos días, el Studio Tortelli e Frassoni de Brescia ha diseñado una instalación que lleva al visitante a descubrir los hábitos de los espectadores mientras esperaban el comienzo de las representaciones.
Una parte reconstruida de la cavea, con escalones grafiteados que representan los momentos más destacados de los juegos, se ha dispuesto como una exposición escalonada que pone de relieve las diferentes clases sociales del público. En una posición más baja, y por tanto más cercana a la arena, se colocó un escalón completo con el nombre de un posible senador de la época (datable entre los siglos IV y V d.C.) grafiteado en él.
Desde el amanecer hasta el anochecer, el público pasaba el tiempo entre prácticas de cuidado corporal, juegos de azar, apuestas y maldiciones dirigidas contra los rivales. Los objetos perdidos y luego abandonados como basura ofrecen una visión de las rutinas cotidianas: alfileres, peines, agujas, carretes, palillos, pero también dados, peones, pequeñas monedas tardoimperiales y tablillas de plomo utilizadas para maldecir. Destacan dos hallazgos: una laminilla de plomo perteneciente al género de las defixiones (maldiciones dirigidas contra enemigos, rivales amorosos, ladrones, atletas), fechable en los siglos III-IV d.C., que representa un escudo y un árbol seco entre rayos; y un precioso anillo de oro con una minúscula estructura arquitectónica compuesta por varios niveles decorados con esferas, en cuyo interior una bola móvil tintinea con el movimiento del anillo.
Los espectáculos en la arena eran también un importante momento de propaganda: el emperador reunía al pueblo y reforzaba el consenso mediante lo que el poeta Juvenal llamaba “panem et circenses”. Esto se materializaba no sólo en la exhibición de animales exóticos -como avestruces, leones y leopardos-, sino también en el reparto de comida y vino, símbolos de la generosidad imperial. Ostras, tellinas, besugos condimentados con especias raras, frutas exóticas y manjares se consumían directamente en las escaleras de la cavea. Entre los artefactos hallados en las cloacas se encuentra también una moneda de aleación de oricalco (similar al oro), emitida por Marco Aurelio para celebrar el décimo aniversario de su reinado.
Por último, el Coliseo era una extraordinaria máquina escénica: los ascensores que llevaban a la arena a los animales y a los protagonistas del espectáculo, las complejas estructuras de madera -perfectamente conservadas gracias a la humedad del colector- utilizadas en la carpintería, restauradas por el Instituto Central de Restauración, completan la muestra.
Desde el punto de vista expositivo, el proyecto realza los materiales con un aparato gráfico atractivo e informativo: los graffiti se han reproducido para una lectura más clara, los huesos se han reconstruido gracias a reproducciones de los esqueletos, y las distintas esencias de madera -castaño, abeto plateado, olmo y otras- se ilustran junto al dibujo del árbol y sus hojas.
“La importancia de renovar las exposiciones y actualizarlas en continuidad con las investigaciones y estudios especializados es una misión prioritaria para toda institución museística. Protección, investigación y valorización, los tres pilares de todo museo que nunca quiere dejar de repensarse, permiten ofrecer siempre nuevas perspectivas, invitando al público a ampliar sus conocimientos y, en última instancia, a volver a visitarlo, manteniendo una línea directa con la institución”, declaró Alfonsina Russo, Directora del Parque Arqueológico del Coliseo. “La nueva disposición de los hipogeos, abierta al público en 2021, mejorada en 2022 con una exposición temporal inicial, que luego se convirtió en permanente en 2023, va en esta dirección; hoy la nueva sección completa esta remodelación inicial, siguiendo la lógica de mostrar los hallazgos en su contexto original. Una elección expositiva que innova la ya existente y se mueve al compás de las investigaciones y descubrimientos que siguen dando vida al Coliseo”.
El trabajo de investigación y estudio se ha llevado a cabo gracias a la colaboración con la Universidad de la Sapienza de Roma, en particular con el Departamento de Ciencias de la Antigüedad, con el Departamento de Biología Ambiental y con el Departamento de Biología y Biotecnología “Charles Darwin”, con el que el Parque Arqueológico del Coliseo ha firmado dos memorandos de entendimiento; también han sido fundamentales los acuerdos de investigación y valorización existentes con el Instituto Central de Restauración. Gracias a estos acuerdos y a los numerosos profesionales de dentro y fuera del PArCo, se está preparando una edición científica de la investigación, que estará disponible en otoño.
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¿Quiénes eran los espectadores y qué hacían en el Coliseo? Inauguración de una nueva sección museística en los hipogeos |
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