El trono del Palacio Real de Nápoles, considerado hasta ahora una obra borbónica del periodo 1845-1850, fue encargado en realidad por la familia Saboya y liquidado en 1874. Este descubrimiento retrasa su datación treinta años y, sobre todo, cambia radicalmente su historia, origen y contexto cronológico dentro del Palacio. La noticia se hizo pública durante la presentación de la restauración en la Reggia di Venaria, con ocasión del preestreno -previsto desde hoy hasta el otoño- de la vigésima edición de una de las principales iniciativas culturales promovidas por Intesa Sanpaolo en el marco del Progetto Cultura, que se inaugurará en el Palazzo delle Esposizioni de Roma a finales de verano. El trono volverá al Palacio Real de Nápoles en febrero de 2026.
El 12 de septiembre del año pasado, el trono fue trasladado al Centro de Conservación y Restauración La Venaria Reale, en Turín, para ser sometido a trabajos de restauración que fueron posibles gracias al proyecto “Restituzioni”, promovido por Intesa Sanpaolo. Mientras tanto, en su lugar se ha colocado una silla borbónica del siglo XVIII.
“La atribución del Trono del Palacio Real de Nápoles a la época de la Casa de Saboya representa un descubrimiento de gran importancia histórica”, comentó el Director General de Museos , Massimo Osanna, “que confirma la importancia que Nápoles y su Palacio tuvieron para los nuevos soberanos, pocos años después de la unificación de la península. Hoy, el Palacio Real es el centro de un amplio proyecto de transformación, posible gracias a los fondos del Gran Proyecto de Patrimonio Cultural del MIC, que permitirá ofrecer a los visitantes un itinerario museístico renovado y accesible a todos los públicos. Nuestros lugares de cultura -continuó- ya no son sólo espacios de conservación y disfrute, sino que se están convirtiendo cada vez más en laboratorios de investigación e innovación. Gracias a la labor diaria de los profesionales del patrimonio, hoy podemos integrar la investigación documental, las labores de restauración y los proyectos de valorización, también a través de colaboraciones virtuosas entre instituciones públicas y entidades privadas, como demuestra la exitosa experiencia con la Reggia di Venaria, el Centro de Conservación y Restauración e Intesa Sanpaolo”.
En el transcurso de estos ocho meses de trabajo, se han llevado a cabo estudios e investigaciones que han revelado una datación distinta de la conocida hasta ahora. Ha aparecido una densa correspond encia relativa a la modernización del Salón del Trono encargada por la Casa de Saboya, pero el documento revelador de la nueva datación es la factura presentada por el tallista Luigi Ottajano, que da fe de la ejecución de todo el trono (“una rica silla de trono tallada y dorada al estilo Imperio”) y otros elementos para la renovación del Salón. (correspondencia de 1874).
“El documento fue hallado en los Archivos Estatales de Nápoles por el erudito Carmine Napoli, ahora ex funcionario, a quien agradecemos el sensacional descubrimiento”, declaró la arquitecta Paola Ricciardi, gestora delegada del Palacio Real de Nápoles. “Esta noticia fue profundizada por los colegas que realizaron el estudio de la documentación paralela conservada en el Archivo de Estado de Nápoles, de donde procedía el material”.
Ottajano, que ya había creado, con Domenico Morelli, la cuna para el nacimiento de Víctor Manuel III, donada por la ciudad de Nápoles a la reina Margarita y hoy expuesta en el Palacio Real de Caserta, hasta ahora sólo se le atribuía, como añadido posterior, la coronación con el águila con un escudo en forma de cruz en el pecho, símbolo de la nueva casa reinante, mientras que la silla se consideraba de época borbónica.
La decisión de equipar el palacio real napolitano con un trono realizado ex novo es indicativa de la importancia que la nueva dinastía concedía al conjunto monumental y a la ciudad que anteriormente había sido capital del reino borbónico.
El trono, con su asiento en forma de tambor, presenta elementos de estilo imperio que recuerdan la artesanía de la Restauración, como los reposabrazos decorados con leones alados de gran efecto escultórico. El respaldo octogonal está adornado con tachuelas y rosetas de estilo clásico que aparecen, por ejemplo, en el trono de Napoleón I, diseñado por Charles Percier y Pierre-François Fontaine (hoy en el Louvre).
“La exposición temporal del precioso Trono de Nápoles, restaurado por el Centro de Conservación y Restauración La Venaria Reale, a lo largo de la ruta de visita de la Reggia di Venaria”, declararon Michele Briamonte y Chiara Teolato, Presidente y Directora del Consorcio de las Residencias Reales de Saboya, durante la presentación en Turín, “representa para nosotros una gran oportunidad que hemos querido aprovechar para proseguir la línea temática dedicada a la historia, el arte y la magnificencia de las cortes -de las que Venaria Reale ha sido un ejemplo paradigmático- inaugurada con la reapertura del complejo y continuada a lo largo de los años. La operación ha sido posible gracias a la estrecha colaboración del Consorcio con el Palacio Real de Nápoles y a la contribución de Intesa Sanpaolo, un ejemplo virtuoso y concreto de sinergia entre entidades que operan en el ámbito de la salvaguardia y valorización del patrimonio cultural”.
“La colaboración entre el Centro de Conservación y Restauración ’La Venaria Reale’ y el Palacio Real de Nápoles nació hace años de una visión compartida de la importancia de la conservación preventiva y planificada, que llevó a los profesionales del Centro a realizar una campaña de presentación de conservación y a definir actividades directas sobre las obras de las colecciones del Palacio”, explicó Alfonso Frugis, Presidente del CCR ’La Venaria Reale’. “Gracias al trabajo conjunto, el Palacio Real de Nápoles pudo disponer de un mapa de prioridades de restauración, entre las que también había surgido la necesidad de intervenir en el trono. Hoy, gracias a la previsión de Intesa Sanpaolo, que apoya la restauración en el marco de la exposición Restituzioni, ha sido posible llevar a cabo esta desafiante intervención, en la que se han combinado las competencias de los funcionarios del Palacio Real de Nápoles y de los restauradores y científicos del CCR. Un círculo que se cierra con la puesta en valor en el Palacio Real, para dar la contextualización adecuada a los resultados de la investigación y la restauración. Estamos, pues, muy orgullosos de haber formado parte de un círculo virtuoso, que demuestra una vez más cómo la unidad es la clave del éxito de operaciones de gran importancia cultural”.
“Desde hace más de 35 años, gracias a Restituzioni, Intesa Sanpaolo está al lado de las instituciones públicas, participando en la tarea de proteger y valorizar el patrimonio artístico nacional”, comentó Michele Coppola, Director Ejecutivo de Arte, Cultura y Patrimonio Histórico de Intesa Sanpaolo. “Juntos hemos sacado a la luz hasta ahora más de 2.500 piezas de la historia identitaria del país, de las que el Trono del Palacio Real de Nápoles es un ejemplo extraordinario. Hoy compartimos su belleza, tras nuevos estudios y trabajos de restauración, en los espacios de la Reggia di Venaria, anticipando la gran exposición de otoño en Roma que verá la obra expuesta entre las obras maestras de la 20ª edición del programa. Esta iniciativa confirma los fuertes vínculos con las ciudades de Nápoles y Turín, donde el papel y las actividades de nuestras Gallerie d’Italia fomentan un profundo diálogo con las principales realidades del territorio”.
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El trono del Palacio Real de Nápoles restaurado. Gran descubrimiento: no es Borbón, sino Saboya |
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