Una protesta simbólica transformó temporalmente uno de los edificios religiosos más conocidos de Venecia en un lugar para reivindicar los derechos de las trabajadoras del sexo. El lunes 2 de junio, la iglesia de San Nicola da Tolentino, conocida como “dei Tolentini”, en el sestiere de Santa Croce, fue escenario de un flash mob organizado por el Comité por los Derechos Civiles de las Prostitutas, en colaboración con la Alianza Europea por los Derechos de las Trabajadoras del Sexo (ESWA). Las prostitutas ocuparon primero la escalinata de la iglesia de San Simeón Piccolo, y después, que eran un centenar, se desplazaron, con los paraguas ro jos que caracterizan su movimiento, hasta los Tolentini, donde depositaron exvotos para conmemorar la ocupación de la iglesia de Saint Nizier de Lyon por un centenar de prostitutas, allá por 1975, hace exactamente cincuenta años.
La iniciativa de los “paraguas rojos” (el símbolo se remonta a 2001, cuando varias prostitutas recorrieron las calles de Venecia con paraguas rojos en el marco de un acto relacionado con el “Pabellón de las prostitutas”, proyecto que el artista esloveno Tadej Pogačar, nacido en 1960, llevó entonces a la Bienal de Venecia para representar a su país), provocó una fuerte reacción de la Iglesia veneciana, que condenó enérgicamente la ocupación de un espacio sagrado. La protesta, según los organizadores, pretendía llamar la atención pública e institucional sobre las dificultades, la marginación y las condiciones en las que trabajan miles de profesionales del sexo en Italia y Europa.
Durante el flash mob se leyeron pasajes del Evangelio de Lucas, en particular los que aludían al perdón de los pecados en relación con elamor profundo, una referencia explícita a la figura de María Magdalena. En la plaza de la iglesia también se escenificó una parodia del rito eucarístico: algunos participantes partieron simbólicamente una hogaza de pan, acompañando el gesto con las palabras “esto es mi cuerpo”, en clara referencia a la fórmula litúrgica cristiana. Los cánticos y eslóganes coreados durante la manifestación, combinados con la vestimenta considerada provocativa por los activistas, provocaron reacciones de desaprobación por parte de muchos fieles.
Varios de los presentes calificaron la ocupación de “profanación”, expresando su consternación por la utilización de un espacio consagrado para fines que, aunque civilizados, se consideraban inapropiados para el contexto. La respuesta del Patriarcado de Venecia no se hizo esperar. En una nota difundida a la prensa, el director de la Oficina de Comunicación Social, Don Marco Zane, expresó su “profundo pesar” por el incidente, subrayando que el edificio sagrado había sido utilizado sin autorización alguna de las autoridades eclesiásticas. “Con estupor y verdadero pesar, se ha asistido dentro y fuera de un lugar sagrado a escenas en las que se han instrumentalizado algunos pasajes del Evangelio”, declaró el director de la comunicación social del Patriarcado, don Marco Zane. “Y el significado del sacramento de la Eucaristía ha sido distorsionado de forma ofensiva y blasfema. Condeno y me desvinculo de la manera más absoluta de lo sucedido”. La invitación, concluye la nota, es a “una oración reparadora”.
“No se había acordado nada, lo ignorábamos todo”, afirma el padre Giuseppe Magrino, administrador parroquial de los Frari, en declaraciones al periódico local Il Gazzettino, “quizá habría sido oportuno llamar a la policía, pero al final no se hizo para no magnificar más el asunto. Por supuesto, la iglesia es la casa de todos y como tal debe ser respetada y quienes entran en ella deben comportarse con educación. El sentido común exige buenos modales. Una persona educada sabe cuándo detenerse y sabe respetar las normas de la sana convivencia”.
El flash mob veneciano se inscribe en un marco más amplio, vinculado, como ya se ha dicho, al recuerdo de la ocupación de la iglesia Saint-Nizier de Lyon el 2 de junio de 1975. En aquella ocasión, un centenar de prostitutas francesas decidieron ocupar el lugar sagrado para denunciar la violencia, la persecución y el trato discriminatorio por parte de las autoridades. Cincuenta años después, el Comité para los Derechos Civiles de las Prostitutas ha querido conmemorar aquel acontecimiento, reiterando cómo muchas de las condiciones denunciadas entonces siguen presentes hoy en día.
![]() |
Venecia, las prostitutas ocupan la iglesia de Tolentini para un flash-mob. El Patriarcado protesta |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.