Más de veinte años después de la última exposición museística dedicada a su obra, el Museo d’arte della Svizzera italiana (MASI) de Lugano propone una nueva retrospectiva sobre Richard Paul Lohse. La exposición Richard Paul Lohse, que tendrá lugar en los locales del MASI del 7 de septiembre de 2025 al 11 de enero de 2026, está comisariada por Tobia Bezzola y Taisse Grandi Venturi y es fruto de la colaboración entre el MASI y la Richard Paul Lohse-Stiftung, el Museum Haus Konstruktiv de Zúrich, el Josef Albers Museum Quadrat de Bottrop y el Wilhelm-Hack-Museum de Ludwigshafen am Rhein.
El proyecto reúne más de cincuenta pinturas acompañadas de dibujos sobre papel procedentes de la fundación dedicada al artista y de numerosas colecciones públicas y privadas. El lapso temporal que abarca la exposición coincide con las cuatro décadas centrales de la carrera de Lohse, desde los años cuarenta hasta su muerte en 1988.
Figura destacada del modernismo suizo, Richard Paul Lohse nació en Zúrich en 1902. Fue artista, diseñador gráfico y teórico, así como activista implicado en la resistencia contra el fascismo en las décadas de 1930 y 1940. Más tarde se convirtió en una de las principales voces del grupo Zürcher Konkrete. La igualdad social, perseguida como ideal ético y político, fue para él una misión que también encontró expresión a través de la pintura. El lenguaje visual de Lohse se caracteriza por una coherencia metódica y una estructura interna estrictamente racional. Sus obras anticipan soluciones que más tarde se explorarán en la pintura de campo de color, la pintura conceptual, la investigación minimalista y los sistemas generativos adoptados posteriormente por el arte computacional y algorítmico. A pesar de su enfoque sistemático, sus obras ejercen una fuerte atracción perceptiva y emocional que elude toda descodificación teórica.
No fue hasta alrededor de los cuarenta años cuando Lohse inició su propio viaje hacia la pintura constructiva-concreta. Atrás quedaba una juventud marcada por las dificultades económicas, sus primeros experimentos artísticos y una sólida carrera como diseñador gráfico y tipógrafo. Las influencias que le llevaron hacia la abstracción procedían del movimiento holandés De Stijl, en particular el concepto de unidad entre el soporte pictórico y sus elementos constitutivos, así como la energía utópica del Constructivismo ruso. Estas influencias le llevaron a desarrollar una forma personal de expresión basada en la estandarización de los soportes y en una estricta organización interna de la composición.
Sus lienzos se construyen como sistemas cerrados, en los que elementos cuadrados y rectangulares, normalmente campos de color, se relacionan según reglas matemáticas y estructuras modulares. La serialidad y la repetición se convierten en instrumentos de construcción formal, pero también en vehículos de un significado más amplio, que vincula estética y convicción ética. En los títulos de las obras y en su datación se destaca el método de trabajo: de hecho, a menudo se indican dos momentos distintos, el de la concepción del sistema y el de la ejecución pictórica propiamente dicha.
El propio Lohse, en sus escritos teóricos, insiste en la autonomía del método. El método se representa a sí mismo, es la imagen misma", afirma el artista en uno de sus textos. Las obras se basan en dos tipos distintos de composición: los órdenes modulares, en los que los elementos permanecen invariables, y las estructuras seriales, basadas en variaciones progresivas. Sin embargo, la racionalidad que estructura la obra no agota su alcance comunicativo: las combinaciones de colores siguen ejerciendo un impacto visual que no puede explicarse plenamente en un plano lógico.
La exposición MASI se abre con una reconstrucción especulativa del estudio del artista. En este entorno, dibujos y bocetos permiten comprender el proceso de ideación que subyace a sus pinturas. A partir de aquí, la exposición se articula como un recorrido por los lugares que marcaron la trayectoria internacional del artista: de Zúrich a Ámsterdam, de São Paulo a Venecia, pasando por Kassel y Nueva York. El criterio narrativo sigue algunas de las principales etapas expositivas que marcaron su devenir público.
Un momento central de la exposición lo representan las tres grandes versiones de Serielles Reihenthema in achtzehn Farben, creadas en 1982 con motivo de la participación en la documenta 7 de Kassel. Las obras condensan el enfoque sistemático del artista, su lenguaje cromático y la relación entre estructura formal y dimensión política. La obstinación en la repetición modular y serial, lejos de ser un ejercicio formal, adquiere en Lohse un valor expresivo que recuerda una visión del mundo ordenada pero abierta a la complejidad. La exposición va acompañada de un catálogo publicado por Hatje Cantz, disponible en tres ediciones lingüísticas distintas, italiano, alemán e inglés, con contribuciones críticas firmadas por Tobia Bezzola, Evelyne Bucher, Taisse Grandi Venturi, Sabine Schaschl y Linda Walther. Las aportaciones teóricas permiten contextualizar la obra de Lohse en el panorama artístico y cultural del siglo XX, ofreciendo herramientas de lectura adicionales.
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Richard Paul Lohse expone en el MASI: una retrospectiva sobre el poder racional de la abstracción |
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