En la Fondazione Sandretto Re Rebaudengo de Turín se inaugura, del 12 de junio al 12 de octubre de 2025, I Saw a Dark Cloud Rise, una exposición individual de Alessandra Ferrini. La exposición propone una compleja reflexión sobre el vínculo entre imaginación, tecnología e ideología, articulada en torno a una videoinstalación de tres canales que da título a todo el proyecto. La obra surge de la larga investigación de la artista sobre el legado de la violencia colonial italiana en Libia, con especial referencia a la guerra italo-turca de 1911-1912. La obra adopta la forma de un estudio por capas que entrelaza documentos, iconografías y estructuras de poder visual para abrir interrogantes sobre cómo el pensamiento colonialista influyó en el desarrollo de las tecnologías de la visión, contribuyendo a la construcción de un imaginario colectivo imperial.
La exposición se desarrolla en dos espacios diferenciados. El primer espacio, concebido como una sala de lectura y definido por el artista como un “espacio de descompresión”, presenta diagramas, textos y materiales que permiten contextualizar los temas abordados en el vídeo. Es un entorno en el que se invita al observador a familiarizarse con las fuentes y referencias que conforman el marco teórico de la obra. El segundo espacio acoge la videoinstalación propiamente dicha, una obra que analiza en profundidad la relación entre propaganda, tecnología militar e iconografía histórica, trazando las conexiones entre el nacimiento de las prácticas de la guerra aérea moderna y la formación de una visión imperialista basada en la abstracción, la distancia y la superioridad de la mirada.
La investigación de Ferrini se centra en un periodo de la historia italiana raramente investigado con tanta atención: los años inmediatamente anteriores a la Primera Guerra Mundial. La guerra italo-turca, conflicto que desembocó en la ocupación colonial de Libia en 1911, representa para el artista un cruce crucial para entender la intersección entre ideología nacionalista, modernización bélica y experimentación estética. Fue precisamente en Libia donde, por primera vez en la historia militar, se utilizó el avión en operaciones de bombardeo, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías inalámbricas. Este acontecimiento marcó un cambio en la representación del conflicto, generando un nuevo tipo de visión verticalista que el artista cuestionó.
1911 coincide también con el cincuentenario de la Unificación de Italia. Un momento altamente simbólico que reforzó la ideología nacionalista liberal, basada en el mito del Risorgimento, y que, según Ferrini, creó el terreno cultural y político para el surgimiento del fascismo. La obra arroja luz sobre las repercusiones internacionales de este marco ideológico, destacando cómo contribuyó también al desarrollo de prácticas y tecnologías destinadas a ejercer un control genocida sobre los súbditos coloniales.
Otra dirección de la exposición se refiere al impacto de la guerra y el colonialismo en la estética futurista y la posterior ideología fascista. La obra de Ferrini cuestiona el modo en que la tecnología se cargó de valor simbólico, se transformó en objeto de culto y posteriormente se incorporó a la narrativa política como instrumento de civilización y dominación. El futurismo, en particular, es analizado no tanto por sus manifiestos o sus obras más conocidas, sino como un movimiento que contribuyó a mitificar la velocidad, el vuelo y la visión tecnológica como nuevos paradigmas de la modernidad autoritaria. Estas reflexiones se enmarcan en un análisis del poder de las imágenes en la configuración de los deseos, los recuerdos y las formas de identificación colectiva. La obra sugiere que no existe una mirada neutra y que la producción de imágenes, especialmente las mediadas tecnológicamente, participa activamente en la construcción de ideologías. La imagen no sólo representa, sino que configura estructuras de comprensión de lo real, reforzando posicionamientos jerárquicos y coloniales.
El título I Saw a Dark Cloud Rise toma forma a partir de un episodio biográfico y simbólico: una visita de la artista al santuario de Oropa, en la provincia de Biella. Allí, un elemento aparentemente marginal, una placa dedicada a Guglielmo Marconi, instalada por el régimen fascista, declara que la invención de la radio se originó en un momento casi místico, mientras el inventor observaba el valle desde la montaña. Este pequeño fragmento de narración está vinculado en la investigación de Ferrini a un segundo elemento conservado en el santuario: un exvoto que representa la masacre de Shar al-Shatt, perpetrada en 1911 por las tropas italianas contra la población libia. A partir de estas dos pistas visuales, ambas vinculadas a un lugar sagrado, pero también a un imaginario nacional y espiritualizado de la tecnología, se inicia una reflexión más amplia sobre el concepto de “vista desde arriba”, considerado en su dimensión ideológica y no sólo técnica. Ferrini se enfrenta directamente a la noción de “vista blanca”, elaborada por el teórico Nicholas Mirzoeff, según la cual existen modos visuales hegemónicos vinculados a la construcción histórica de la raza y el poder. Aplicando esta perspectiva al contexto italiano, el artista pone de relieve cómo ciertos dispositivos visuales desarrollados en la época colonial y protofascista siguen influyendo en las narrativas contemporáneas del progreso y la modernidad. En este sentido, el proyecto también actúa como una crítica epistemológica, proponiendo una deconstrucción de la imaginería asociada al arte futurista y racionalista, a menudo todavía leída según un paradigma positivista. La exposición es el resultado de una larga colaboración entre la Fondazione Sandretto Re Rebaudengo y Alessandra Ferrini, desarrollada desde 2018 en el marco de diversos proyectos expositivos y educativos. En particular, la actividad de la artista se ha entrelazado con las iniciativas promovidas por las realidades turinesas dedicadas a la memoria histórica y política, como la Biennale Democrazia, el Polo del ’900 y el Istituto di Studi Storici Gaetano Salvemini (Istoreto). La obra presentada en esta ocasión representa una síntesis teórica y visual, pero también un punto de partida para futuras investigaciones sobre el papel de las imágenes en la construcción de la memoria colectiva y los regímenes de visibilidad.
Alessandra Ferrini (1984) es una artista, investigadora y educadora italiana que actualmente trabaja en el Reino Unido. Su práctica, basada en el uso de medios basados en la lente, se desarrolla a través de un enfoque anticolonial y una mirada crítica hacia la blancura y la construcción de la memoria, con un fuerte interés en las metodologías historiográficas y de archivo. Ferrini investiga los legados del colonialismo y el fascismo italianos, examinando las conexiones históricas y contemporáneas entre Italia, el Mediterráneo y el continente africano. Su trabajo se articula en películas, instalaciones, conferencias-performance, escritos y proyectos editoriales y educativos.
La videoinstalación Gaddafi in Rome: Anatomy of a Friendship, estrenada en el IFFR 2025, fue un encargo de Adriano Pedrosa para la 60ª Bienal de Venecia (Foreigners Everywhere, 2024). Entre los principales galardones recibidos figuran el Premio Maxxi Bvlgari (2022) y el Experimenta Pitch Award del Festival de Cine de Londres (2017). En 2024 publicó Like Swarming Maggots: Confronting the Archive of Coloniality across Italy and Libya(Archive Books), la primera monografía del artista, desarrollada gracias a un encargo de Villa Romana (Florencia) con el apoyo del Consejo Italiano (12ª edición), en colaboración con Triangle-Astérides (Marsella), Depo (Estambul), L’Art Rue (Túnez) y MOMus (Salónica). Ha expuesto individualmente en el Museo Novecento (Florencia, 2024), Ar/Ge Kunst (Bolzano, 2022) y Villa Romana (Florencia, 2019). Su obra también se ha expuesto en numerosas muestras colectivas y exposiciones, entre ellas: Kunst Meran (2024), De La Cruz Gallery (Washington DC, 2024), KØS Museum (Dinamarca, 2023), 5ª Bienal de Casablanca (2022), Manifesta13 Paralléles du Sud (Marsella, 2020), Depo (Colateral de la Bienal de Estambul, 2019), Sharjah Film Platform (EAU, 2019), 2ª Bienal de Lagos (2019), Manifesta12 Film Program (Palermo, 2018), Fondazione Sandretto Re Rebaudengo (Turín, 2018, 2020, 2021). Sus proyectos están incluidos en Forms of Desire: Venecia de Zineb Sedira (59ª Bienal de Venecia, 2022) y Todo pasa excepto el pasado(editado por Jana Haeckel, Sternberg Press, 2021). Sus textos aparecen en publicaciones internacionales, como el Journal of Visual Culture, la plataforma del Harun Farocki Institut y el volumen The Entangled Legacies of Empire (editado por Max Haiven et al., Manchester University Press, 2022). Es doctora por la Universidad de las Artes de Londres y fue becaria de investigación en la British School de Roma entre 2021 y 2024.
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Una investigación sobre el colonialismo italiano: la exposición de Alessandra Ferrini en la Fondazione Sandretto |
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