La lengua italiana, símbolo de identidad nacional y patrimonio cultural, muestra hoy signos generalizados de fragilidad entre los italianos. Casi siete de cada diez ciudadanos, según una encuesta realizada por Libreriamo a unas 1.600 personas de entre 18 y 65 años, encuentran dificultades considerables en la gramática, tanto escrita como hablada. En el seguimiento, realizado con metodología SWOA en blogs, foros y las principales redes sociales como Facebook, Instagram, X y YouTube, ha participado también un panel de veinte expertos entre sociólogos y literatos, con el objetivo de identificar errores, causas y posibles estrategias para devolver la coherencia al uso de la lengua.
“El italiano, entendido como lengua, es un lugar simbólico que nos acoge más allá de las diferencias geográficas, sociales y generacionales”, afirma Saro Trovato, socióloga y fundadora de Libreriamo. “La lengua representa un valor que hay que salvaguardar, una de las excelencias de nuestro país que hay que proteger y valorizar: para ello, ante todo es necesario conocerla. Para contribuir a este proceso de valorización, en Libreriamo hemos decidido ayudar a redescubrir la lengua italiana a través de juegos y ejercicios mentales: así hemos ideado un libro, ”501 pruebas sobre la lengua italiana“, con el que podrás ponerte a prueba, solo o con amigos, para poner a prueba tus conocimientos de nuestra querida lengua italiana y, al mismo tiempo, entrenar la mente y la memoria. Porque la lengua italiana debe conocerse y salvaguardarse, ya que es capaz de generar un sentimiento de comunidad, de pertenencia, de identidad”.
Entre los errores más frecuentes figura el uso incorrecto del apóstrofo, ya que el 62% de los encuestados confunde las reglas básicas de elisión y truncamiento. Formas como “que es” son comunes, mientras que la ortografía correcta incluye “que es” sin apóstrofo. El subjuntivo también es una cuestión crítica: el 56% de los encuestados lo utiliza incorrectamente, como en el caso de la frase ’Lo importante es que hayas aprobado el examen’. La dificultad en el uso correcto de los pronombres afecta al 52% de los italianos, sobre todo cuando se refieren a sujetos femeninos; por ejemplo, a menudo se lee ’Le dije que era muy guapa’ en lugar de la forma correcta ’Le dije que era muy guapa’. La declinación verbal, que incluye el uso de los tiempos verbales y la elección del auxiliar, es problemática para el 50% de los encuestados. Errores como ’Fui al cine’ en lugar de ’Fui al cine’ o la aplicación incorrecta de verbos irregulares reflejan una falta de dominio de las reglas gramaticales, a menudo influida por el habla coloquial, los dialectos o la jerga local. El uso incorrecto de C y Q afecta al 48% de los casos: ejemplos frecuentes son ’evacuar el edificio’ en lugar de ’evacuar’ y ’profiquo’ en lugar de ’provechoso’.
La distinción entre “ne” y “nor” también causa confusión en el 44% de los casos, mientras que la puntuación es problemática para el 39% de los italianos, con errores generalizados en el uso de comas, puntos y comas y dos puntos. La escritura de expresiones como “¿un po, un po’ o un pò?” muestra una tendencia creciente a utilizar mal el acento en la palabra “pò”, mientras que la forma correcta sigue siendo “un po’” con el apóstrofo. Dudas similares afectan a las conjunciones “y” o “y”, “a” o “ad”, con reglas para insertar la “d” eufónica a menudo ignoradas, y a la locución “d’accordo”, a veces escrita como “daccordo”.
Otros errores frecuentes son “avvolte” en lugar de “a veces” (25%), “pultroppo” en lugar de “purtroppo” (22%) y “propio” en lugar de “proprio” (19%). Algunas imprecisiones más originales derivan de malas interpretaciones de palabras similares a términos extranjeros o sectoriales, como “al linguine” en vez de “all’inguine” (13%), o del uso excesivo de K en vez de C o CH, como en “Ke qué hacemos” (38%). Muchas abreviaturas digitales se utilizan incorrectamente, como “me gusta esto” (35%) o “no soporto a la gente que escribe así” (34%). Las causas de estos errores también fueron identificadas por los expertos en elabuso de Internet, los neologismos y los anglicismos, que habrían mermado la capacidad de los italianos para escribir y formular razonamientos claros en su propia lengua. Según el panel, leer con regularidad (66%) es la principal estrategia para recuperar el dominio gramatical. Escribir a mano (43%) ayuda a consolidar las reglas lingüísticas y el uso de la memoria, mientras que reducir el uso de chatbots de inteligencia artificial (55%) y limitar los neologismos y términos extranjeros (51%) contribuye a evitar errores generalizados.
Un enfoque alternativo y lúdico lo ofrecen los llamados libros-juego, como 501 quizzes sobre la lengua italiana, que permiten practicar las reglas gramaticales de forma interactiva. El juego, basado en el principio de la práctica recuperativa, estimula la memoria y refuerza las conexiones neuronales, favoreciendo un aprendizaje duradero. El 47% de los expertos participantes recomiendan actividades similares para entrenar la mente a través de preguntas y respuestas, consolidando el conocimiento de la lengua italiana de forma práctica y atractiva. Entre los errores más originales señalados en el estudio se encuentran “tengo que encerar el linguine”, errores de declinación de verbos como “vinieron a mi casa” o el uso incorrecto de pronombres. La combinación de tradiciones lingüísticas, falta de atención a la escritura y la influencia de las herramientas digitales contribuye a generar una variedad de formas incorrectas que van desde el uso inadecuado del acento hasta verdaderas alteraciones fonéticas y ortográficas.
La encuesta de Libreriamo muestra, por tanto, cómo la gramática italiana sigue siendo un reto generalizado, que afecta a un amplio segmento de la población adulta. Los expertos señalan que la formación lingüística, la consolidación de los hábitos de lectura y escritura y el uso de herramientas didácticas innovadoras son las estrategias más eficaces para reducir los errores y promover un uso más consciente de la lengua italiana. En un contexto en el que las reglas gramaticales corren el riesgo de descuidarse, la combinación de herramientas tradicionales y métodos interactivos puede contribuir a reforzar la competencia lingüística y mantener la coherencia de nuestro patrimonio cultural.
![]() |
| Los italianos y la gramática, casi 7 de cada 10 cometen errores: del apóstrofo al subjuntivo |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.