Adiós a Ornella Vanoni. Fallece a los 91 años una de las más grandes cantantes italianas


La cantante Ornella Vanoni, una de las principales figuras de la música italiana, fallece a los 91 años.

La cantante Ornella Vanoni, una de las figuras más duraderas y reconocibles de la música italiana, ha fallecido esta noche a los 91 años. Nacida en Milán en 1934, se había formado en el Piccolo Teatro, bajo la dirección de Giorgio Strehler, en un contexto donde la disciplina, el rigor y la atención a la palabra eran la base del trabajo diario. Vanoni entró en la escuela de interpretación con la intención de dedicarse al teatro, pero fue el propio Strehler quien la orientó hacia el canto, dándose cuenta de su potencial expresivo. Este pasaje, aparentemente lateral, se convierte en el punto de partida de una carrera que se desarrollará fuera de los esquemas tradicionales de la canción popular italiana.

Es en los años sesenta cuando la intérprete gana la atención del público a través de la llamada “canzone della mala”, un repertorio compuesto por baladas vinculadas a la vida en los suburbios milaneses, a personajes marginales y a historias de pequeña delincuencia. Vanoni las aborda con una estructura vocal sobria, casi distanciada, alejada de la retórica melodramática imperante en la época. Este registro, moldeado por la escuela teatral, le permitió distinguirse de inmediato y definir una clara identidad artística. Las canciones de la mala, arregladas con esencialidad, ponen de relieve la precisión de la dicción, el control de los volúmenes, la capacidad de crear una atmósfera narrativa sin recurrir a excesos expresivos.

La siguiente fase coincide con la ampliación del repertorio y la entrada en la composición de canciones. Un factor decisivo fue su encuentro con Gino Paoli, con quien nació un vínculo personal y profesional destinado a dejar profundas huellas en la producción de la época. Paoli compuso para ella canciones que realzaron su manera de interpretar, más confiada a los matices sutiles que a las soluciones vocales espectaculares. Las colaboraciones de aquellos años la situaron en el circuito de músicos y arreglistas que redefinían la canción italiana bajo la bandera del cuidado lírico y la investigación armónica, ampliando así el abanico de sus posibilidades expresivas.

Ornella Vanoni en 1961. Foto: colección del Touring Club Italiano
Ornella Vanoni en 1961. Foto: colección del Touring Club Italiano

Durante la década de 1970, Vanoni consolidó su posición a través de una serie de álbumes que reflejaban una progresiva apertura hacia sonidos más modernos. Colabora con arreglistas como Sergio Bardotti y trabaja con músicos delámbito del jazz, experimentando con formas que le permiten interpretar incluso canciones muy diferentes sin perder su propia identidad. En esta década, la artista define una imagen pública sobria y controlada: una presencia escénica esencial, alejada de la construcción de personajes o figuras espectaculares, que se apoya en gestos mínimos y en un uso calibrado de la voz.

Al mismo tiempo, se ha abierto a la televisión y al cine, a menudo en papeles breves pero centrados, lo que ha contribuido a convertirla en un rostro conocido sin convertirla en una presencia constante en la pequeña pantalla. Las participaciones en el Festival de Sanremo, repartidas a lo largo de varias generaciones, marcan etapas importantes en su carrera. Aunque no es una artista de podio, Vanoni utiliza el escenario de Sanremo como espacio de continuidad con el público, eligiendo canciones que reflejan su trayectoria en lugar de perseguir las tendencias del momento. Con el tiempo, esta coherencia se convirtió en uno de los elementos distintivos de su perfil artístico.

Los años ochenta y noventa se caracterizan por una actividad constante pero una menor exposición mediática que en las décadas anteriores. Vanoni publica discos, participa en giras, colabora con nuevos autores y se enfrenta a lenguajes musicales cambiantes. Mientras el mercado discográfico avanza hacia modelos de consumo más rápidos y la televisión modifica profundamente la figura de la cantante popular, ella sigue practicando un enfoque basado en la interpretación, manteniendo un equilibrio entre tradición y actualización. En este periodo también se intensifica su relación con un público transversal, formado tanto por oyentes históricos como por nuevas generaciones atraídas por su sobria presencia y su consolidado repertorio.

Con la llegada de los años 2000, Vanoni reorganizó su imagen pública. Su actividad en los escenarios se vio acompañada de una participación más regular en programas de televisión, caracterizados a menudo por un tono directo y una ironía que se convirtieron en parte integrante de su narrativa personal. Esta espontaneidad contribuye a humanizar aún más la figura de la artista y a situarla en un paisaje mediático que tiende a privilegiar la autenticidad frente a la construcción de roles formales. Al mismo tiempo, su producción discográfica continúa, con álbumes que alternan canciones nuevas, reinterpretaciones y proyectos especiales.

La larga duración de su carrera, que abarca más de seis décadas, no se ha basado en reinvenciones radicales, sino en una progresiva adaptabilidad. Vanoni atravesó épocas, cambios de gusto y cambios tecnológicos manteniendo una coherencia subyacente que concernía sobre todo a su relación con la palabra y el público. Su figura, en este sentido, representa un caso particularmente significativo en la historia de la canción italiana: no un modelo de transformación continua, sino un ejemplo de estabilidad interpretativa.

Hoy en día, Ornella Vanoni es reconocida como una de las intérpretes históricas de la música italiana. Su carrera, marcada por una presencia constante pero nunca invasiva, ha contribuido a definir una idea de la canción en la que la voz no es sólo un instrumento musical, sino un vehículo narrativo. Su longevidad artística, respaldada por un amplio repertorio y una personalidad pública equilibrada, la sitúa entre las figuras que han acompañado la evolución de la cultura popular italiana sin ceder a la lógica efímera del mercado. Un papel consolidado en el tiempo, construido a través de una continuidad que sigue siendo el rasgo más reconocible de su historia profesional.

“Con el fallecimiento de Ornella Vanoni”, ha declarado el Ministro de Cultura, Alessandro Giuli. “Italia pierde a una de sus artistas más originales y refinadas. Con su voz única y su incomparable capacidad interpretativa, escribió páginas importantes en la historia de la canción, el teatro y el espectáculo italianos. En mi nombre y en el del Ministerio de Cultura, expreso mis condolencias y mi pésame a su familia”.

Adiós a Ornella Vanoni. Fallece a los 91 años una de las más grandes cantantes italianas
Adiós a Ornella Vanoni. Fallece a los 91 años una de las más grandes cantantes italianas


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