La iglesia de San Pietro in Roccascalegna, en la provincia de Chieti, acogerá de nuevo a creyentes y visitantes. La cita está fijada para las 18.00 horas, con una ceremonia que incluirá celebraciones religiosas, discursos institucionales y un momento comunitario en el patio de la iglesia. Hace exactamente diez años, el 20 de marzo de 2015, el desprendimiento de un peñasco provocó un corrimiento de tierras que comprometió la estabilidad del espolón rocoso sobre el que se alza el antiguo castillo medieval. Una gran parte de la pared rocosa que domina el Val di Sangro y domina el valle del Río Secco se había derrumbado, justo en la zona donde se encuentra el ábside de la iglesia. Según informa el blog Casoli.org, la reapertura marca una nueva etapa en la compleja historia del monumento, que ya había conocido periodos de cierre en el pasado. La primera interrupción se remonta a 1984, cuando el terremoto del 7 de mayo obligó a suspender las actividades e iniciar las obras de restauración. En aquella ocasión, la iglesia permaneció cerrada durante 17 años, hasta 2001, cuando volvió a ser utilizable gracias a unas amplias obras de consolidación.
La reapertura de septiembre es, por tanto, la segunda reapertura oficial en poco más de dos décadas, un hecho que confirma la fragilidad pero también el valor simbólico del lugar de culto, en el centro de la vida religiosa y cultural de la comunidad. El camino que condujo a la nueva apertura fue largo y complejo. Tras el derrumbe de 2015, la prioridad era asegurar la zona del desprendimiento, situada justo debajo de una esquina del edificio sagrado. Una vez concluida la consolidación de la roca y de las estructuras básicas, se pudo proceder a la restauración propiamente dicha de la iglesia, que implicaba tanto aspectos arquitectónicos como decorativos. El objetivo era devolver la estabilidad y la utilidad al monumento, garantizando al mismo tiempo la conservación del patrimonio histórico-artístico que alberga.
La ceremonia de inauguración se abre con la celebración de la Santa Misa, presidida por el Arzobispo Bruno Forte. Tomarán la palabra Don Elson Jerald Mathavadiyan, párroco de la iglesia de Santi Cosma e Damiano, el alcalde de Roccascalegna , Domenico Giangiordano, y la superintendente de la ABAP , Chiara Delpino. También tomarán la palabra los técnicos que dirigieron las operaciones de recuperación: Aldo Giorgio Pezzi, Eliseba De Leonardis y Sandro Bonetti, miembros del equipo de Dirección de Obras. La jornada concluirá con un momento de convivencia al aire libre, en el patio de la iglesia, concebido como una oportunidad para que la comunidad comparta.
Como recoge Casoli.org, un aspecto importante del largo proceso de recuperación se refiere a la contribución de dos profesionales originarios de Casoli, que han desempeñado un papel decisivo en las distintas fases de las obras de restauración, llevadas a cabo por la empresa Edilrocca srl. La primera es la arquitecta Maria Carmela Ricci, que entre 1996 y 2000 ya había firmado el proyecto de las obras extraordinarias de mantenimiento y consolidación estructural, realizadas gracias a fondos estatales y regionales, así como a recursos recaudados por la parroquia entonces dirigida por Don Giorgio Falzoni. En ese contexto, se probó por primera vez en los Abruzos la aplicación de cintas de fibra de carbono para la restauración de las bóvedas de la nave, una técnica innovadora para la época, realizada por la empresa Tec.Inn de Perugia. La segunda figura es la restauradora Mary Serraiocco, que supervisó la recuperación pictórica de la capilla de San Antonio y de otras pinturas que resurgieron parcialmente durante la investigación. Este trabajo ha devuelto la legibilidad a decoraciones que de otro modo se habrían visto comprometidas y serán visibles al público precisamente con motivo de la reapertura.
“En la restauración hemos preservado lo existente y sacado a la luz detalles que habían permanecido ocultos durante la larga vida de la iglesia”, escribe la restauradora Serraiocco en su perfil de Linkedin.
La atención dedicada a la iglesia de San Pietro se inscribe en un contexto de salvaguardia del patrimonio cultural de la zona, caracterizada por un paisaje fuertemente marcado por la presencia de roca y un tejido urbano de origen medieval. La fragilidad geológica del lugar ha impuesto en repetidas ocasiones intervenciones complejas y costosas, pero al mismo tiempo ha puesto de manifiesto la importancia de la prevención y el mantenimiento planificado. El caso de Roccascalegna confirma así hasta qué punto la gestión de los riesgos naturales es una cuestión crucial para la protección del patrimonio cultural.
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La iglesia de San Pietro in Roccascalegna (Chieti) reabre diez años después del derrumbe de la roca |
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