Midjourney refuta las acusaciones de infracción de derechos de autor de Disney y Universal


La start-up de inteligencia artificial rechaza las acusaciones de infracción de derechos de autor por parte de Disney y Universal, alegando que el uso de obras protegidas para entrenar sus algoritmos entra dentro del uso legítimo y que la plataforma genera imágenes originales, no copias directas.

Midjourney ha presentado su primera respuesta oficial a la demanda interpuesta por Disney y Universal, refutando las acusaciones de infracción de derechos de autor formuladas por las dos grandes productoras cinematográficas. La start-up estadounidense, fundada en 2022 y conocida por su plataforma de inteligencia artificial generativa, niega la mayoría de las alegaciones de la demanda, admitiendo únicamente hechos objetivos e incontestables, como las fechas de estreno de algunas películas y la existencia de personajes como Darth Vader, Iron Man, Elsa y Shrek, y rechaza las interpretaciones y calificaciones jurídicas aportadas por Disney y Universal.

El litigio tiene su origen en una denuncia presentada en junio, en la que Disney y Universal acusaban a Midjourney de permitir a los usuarios de la plataforma producir copias casi idénticas de sus personajes protegidos por derechos de autor. Midjourney, en su respuesta preliminar, señala que la plataforma no almacena obras específicas, sino que utiliza redes neuronales entrenadas en miles de millones de imágenes públicas con descripciones de texto para aprender correlaciones estadísticas entre el lenguaje y los conceptos visuales. En la práctica, la tecnología genera imágenes originales a partir de instrucciones proporcionadas por los usuarios, sin recuperar contenidos preexistentes. La empresa compara el proceso con el aprendizaje artístico humano, en el que la observación de muchas obras lleva a interiorizar estilos y patrones sin copiar directamente creaciones individuales.

Midjourney se autodefine como un laboratorio de investigación cuyo objetivo es desarrollar herramientas que amplíen la creatividad humana. La plataforma es utilizada por decenas de millones de personas en todo el mundo, incluidos empleados y colaboradores de los propios demandantes. En su respuesta a la demanda, Midjourney cita ejemplos de premios obtenidos por imágenes generadas con su sistema: algunas han ganado premios, otras han aparecido en portadas de revistas, campañas publicitarias nacionales e incluso como base para decorados de películas nominadas al Oscar como Emilia Pérez y El Brutalista. La start-up también señala que las empresas demandantes, Disney y Universal, se han beneficiado de la propia tecnología. Según Midjourney, numerosas cuentas de la plataforma están asociadas a dominios de correo electrónico de Disney y a proveedores de efectos visuales utilizados por los demandantes, recordando cómo el propio Bob Iger, CEO de Disney, calificó la IA generativa de “herramienta inestimable para los artistas”.

Midjourney desestima la demanda de Disney y Universal por las imágenes generadas por IA. Imagen: Frozen - 2019 © Disney
Midjourney desestima la demanda de Disney y Universal por las imágenes generadas por IA. Imagen: Frozen - 2019 © Disney

La defensa de Midjourney identifica dos cargos principales presentados por las dos compañías. El primero se refiere al uso de material protegido paraentrenar redes neuronales. Disney y Universal alegan que el entrenamiento de la plataforma sobre miles de millones de imágenes incluye fotogramas de sus obras, lo que constituye una infracción de los derechos de autor. Midjourney replica que se trata de una práctica habitual en la industria de la IA y que entra dentro del principio de uso justo transformador, ya reconocido en sentencias anteriores como Kadrey contra Meta Platforms y Bartz contra Anthropic PBC.

El segundo cargo se refiere a la generación y visualización de imágenes que representan personajes protegidos. Según las dos empresas, la creación de contenidos que incluyan dichos personajes constituye una infracción per se, atribuyendo responsabilidad directa a Midjourney. La start-up responde que la plataforma es una herramienta creativa en manos de los usuarios, que están obligados por las condiciones del servicio a respetar los derechos de terceros. La empresa también señala que existen numerosos usos legítimos de los personajes, como el fan art no comercial, la experimentación creativa o el comentario social, que los demandantes tratarían de restringir injustamente. A continuación, Midjourney critica a Universal y Disney por no seguir el procedimiento de notificación y retirada de la DMCA establecido en sus condiciones de servicio, que le habría permitido identificar y retirar cualquier contenido cuestionado. En su lugar, Disney y las demás empresas optaron por una acción legal amplia, haciendo acusaciones generalizadas que podrían limitar incluso la expresión legítima de los usuarios.

El litigio se refiere al derecho de los titulares de derechos de autor a impedir el uso de sus obras para el entrenamiento de sistemas de IA y a bloquear cualquier incorporación de elementos protegidos en las creaciones de los usuarios, independientemente del contexto o la finalidad. Midjourney recuerda los principios históricos de la legislación estadounidense sobre derechos de autor, recordando cómo el autor siempre ha tenido que lidiar con la libertad de expresión y el progreso tecnológico. Cita el caso Sony Corp. of Am. v. Universal City Studios, Inc., 464 U.S. 417, 431 fn. 12 (1984), en el que se consideró que el uso limitado de obras protegidas estimulaba la creatividad en beneficio del público.

En su oportuna respuesta a la demanda, Midjourney procede párrafo por párrafo a rebatir muchas de las alegaciones. Sólo admite hechos objetivos, como las fechas de estreno y los personajes conocidos, al tiempo que niega sistemáticamente las interpretaciones y calificaciones aportadas por los demandantes, como la caracterización de Midjourney como una máquina de distribución de copias no autorizadas. El debate jurídico entre las empresas Disney y Universal y las plataformas de IA refleja una tensión creciente en las industrias tecnológicas y creativas entre la protección de los derechos de autor y la libertad de utilizar herramientas innovadoras para la producción artística. Por ello, la respuesta de Midjourney esboza un marco en el que la plataforma se configura como una herramienta neutral cuya función principal es generar imágenes originales mediante el aprendizaje estadístico, en lugar de copiar obras existentes.

Midjourney refuta las acusaciones de infracción de derechos de autor de Disney y Universal
Midjourney refuta las acusaciones de infracción de derechos de autor de Disney y Universal


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