El futuro de la zona delantiguo hospital Umberto I de Mestre (Venecia), un compendio de considerable relevancia urbanística e histórica, vuelve a estar en el centro del debate, después de que la Comisión Regional para la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) emitiera un “dictamen positivo” condicionado sobre el "Plan Director de Castelvecchio propuesto por el Grupo Alì, propietario del complejo (lo adquirió en 2019 por un importe de 26 millones de euros, 33 IVA incluido) y que pretende transformar esta zona, en la que antaño se alzaba el “Castillo Viejo” de Mestre (de ahí el nombre del proyecto), en una nueva área urbana. Esta aprobación, sin embargo, no está exenta de una serie de indicaciones y reservas que arrojan incertidumbres sobre el calendario de realización de un proyecto de 150 millones de euros y devuelven al centro de la atención de los ciudadanos el debate sobre la controvertida decisión de proceder a la demolición del pabellón De Zottis, uno de los edificios históricos del antiguo complejo hospitalario, suscitando una amplia movilización y peticiones de reconsideración.
Nos encontramos en el corazón de la ciudad, en una zona próxima a las orillas del río Marzenego, por lo que la fisonomía del centro de Mestre podría cambiar radicalmente. El “Plan Director de Castelvecchio”, elaborado por los diseñadores de Planum bajo el asesoramiento del archivero portugués João Ferreira Nunes, prevé de hecho una amplia transformación de la zona: 25.000 metros cuadrados de zonas verdes abiertas a los ciudadanos, 2.500 metros cuadrados de parque del Grupo Alì, un parque de atracciones y un centro comercial.500 metros cuadrados del Grupo Alì (situado entre Via Circonvallazione y Via Antonio da Mestre), una zona residencial de 24 mil metros cuadrados (cuatro torres residenciales con, en la base, también espacios para actividades comerciales y de oficinas: las alturas oscilarán entre 42 y 87 metros), así como un edificio de uso mixto con aparcamientos públicos y privados, tanto en superficie como subterráneos. Uno de los edificios dará a Piazzale Candiani, una de las principales plazas de Mestre, sustituyendo al actual aparcamiento Avm, y albergará un hotel con tiendas en la planta baja. En el antiguo pabellón Pozzan están previstas otras actividades comerciales, con oficinas en la planta superior. El plan también prevé una reducción del volumen con respecto al proyecto original y la creación de un gran jardín público destinado a convertirse en el centro neurálgico del nuevo barrio.
Un nudo crucial del plan, como se ha dicho, se refiere al destino de algunos pabellones históricos, entre ellos el De Zottis. El 17 de julio de 2024, el Ayuntamiento de Venecia aprobó por mayoría la variante del Plan de Recuperación. Como parte de esta resolución, se estableció la adquisición de los pabellones “De Zottis”, “Cecchini” y la antigua “Direzione Sanitaria” del patrimonio municipal, con todos los gastos de escritura a cargo de la parte ejecutante. Sin embargo, la misma resolución sancionaba la demolición total del pabellón “De Zottis”, justificada por sus “condiciones de extrema degradación”, según rezaba una nota del Ayuntamiento de Venecia. En su lugar, está prevista la construcción de un aparcamiento público a nivel del suelo, considerada una obra de “gran interés para los ciudadanos”, citando de nuevo la nota del Ayuntamiento de Venecia, y cuyo coste correrá íntegramente a cargo de la empresa ejecutora.
Esta decisión provocó una fuerte oposición del Comitato Ex Umberto I Bene Comune (Comité Ex Umberto I Bien Común ) y del concejal municipal Gianfranco Bettin (Lista Verde y Progresista), así como de la eurodiputada Luana Zanella, de Mestre, líder del grupo AVS en la Cámara de Diputados. Quienes se oponen al proyecto subrayan que el pabellón De Zottis, inaugurado en 1935, es uno de los pocos testimonios que quedan del Mestre histórico, a menudo distorsionado por años de especulación inmobiliaria. A pesar de su estado de deterioro, el edificio se considera “plenamente recuperable para usos cívicos”, señalaron Bettin y Zanella hace un año. Posee un importante valor histórico y, recordó Zanella, está declarado “Invariante” por el Plan de Ordenación del Territorio (PAT) vigente. Por ello, su demolición para construir un aparcamiento a ras del río Marzenego es considerada por los opositores como un daño al patrimonio paisajístico, arquitectónico y arqueológico. Por ello, el 24 de julio, Luana Zanella también presentó una pregunta parlamentaria al Ministro de Cultura, solicitando una rápida actuación para proteger el patrimonio histórico y arquitectónico e impedir su demolición.
La historia del hospital Umberto I y de sus pabellones, incluido el De Zottis, está profundamente entrelazada con el desarrollo urbano de Mestre. De hecho, hasta casi todo el siglo XIX, Mestre no tuvo hospital, y sus enfermos más graves eran tratados en Venecia. El punto de inflexión se produjo a principios del siglo XX, cuando Mestre experimentó un vertiginoso crecimiento demográfico, pasando de 12.000 a 23.500 habitantes en sólo veinte años (1901-1921). En 1900, el municipio decidió crear un hospital civil, bautizándolo con el nombre de Umberto I. Gracias a una asignación pública de 30.000 liras de la época (151.000 euros en la actualidad) y a una importante movilización privada, que recaudó 50.000 liras en tres años (unos 260.000 euros en la actualidad) mediante donaciones, suscripciones y actos benéficos, fue posible iniciar el proyecto. El lugar elegido fue el antiguo Castelvecchio, y el diseño del edificio se confió al ingeniero Eugenio Mogno, de Mestre. Las obras comenzaron en 1903, y el 16 de abril de 1906 se inauguró el Umberto I, cuyo cuerpo central recibió el nombre de Pabellón Pozzan. La rápida expansión de la ciudad pronto hizo insuficiente la estructura, lo que obligó a construir un segundo pabellón, bautizado con el nombre de Cesare Cecchini, ya en 1915. Tras la guerra, la hospitalización se duplicó y en 1919 se proyectó un tercer pabellón, destinado específicamente a sanatorio. Para esta ampliación, en 1922 se adquirieron terrenos a orillas del Marzenego. El edificio, terminado en 1935, recibió el nombre de Pabellón De Zottis. Sin embargo, ya en la década de 1970 se hizo sentir la necesidad de un nuevo hospital, pues el Umberto I ya no se consideraba adecuado para las necesidades de la población, que entretanto se había más que triplicado. Sin embargo, la planificación del nuevo hospital se prolongó durante muchos años: hasta 2004 no comenzaron las obras del actual hospital de Mestre, elOspedale dell’Angelo, cuyas primeras salas se inauguraron en mayo de 2008. El Umberto I cerró sus puertas en junio de 2008.
Volviendo al presente, el dictamen de la Comisión Regional del SEA de 17 de julio de 2025, si bien es globalmente positivo sobre el trazado del proyecto, pide al Grupo Alì que examine a fondo varios aspectos. Entre ellos, la coherencia con los instrumentos de planificación vigentes, con el Palav y con la planificación de la Unesco, tal como destaca la Superintendencia. Se requieren estudios más profundos sobre los efectos en el microclima local (isla de calor), en la calidad del aire y de las aguas superficiales y subterráneas, en el paisaje y el patrimonio arquitectónico y arqueológico, y en la movilidad. El dictamen más crítico vino de la Superintendencia, que señaló la falta de consideración del impacto paisajístico, la altura excesiva de los edificios propuestos y la ausencia de una reflexión adecuada sobre el sitio de la Unesco y las medidas de protección del medio ambiente. La comisión regional instó a Ali a tener en cuenta estas aportaciones en el informe medioambiental final, sugiriendo que, si bien el proyecto podía seguir adelante, necesitaba las adiciones y consideraciones oportunas.
El Comitato Ex Umberto I Bene Comune interpretó el dictamen de la EAE como una victoria, destacando cómo la autoridad medioambiental había tenido en cuenta todos los aspectos que habían puesto de relieve a lo largo de los años. Gianfranco Bettin reiteró que la Región, a través de la EAE, “parece estar echando el freno de mano”, solicitando nuevos estudios en profundidad que retrasarán aún más el calendario de construcción previsto. Bettin señaló asimismo que la Autoridad de la EAE insiste en la necesidad de proteger los valores históricos y paisajísticos de la zona, criticando en particular la demolición de importantes expresiones arquitectónicas, como el antiguo pabellón De Zottis, y la concentración de grandes volúmenes en las orillas del Marzenego. En su opinión, la zona, que en los planes actuales pasa a ser “principalmente inmobiliaria y comercial”, debería favorecer en cambio una reutilización urbana y social. El concejal pidió al Ayuntamiento que “reabra la cuestión”, ofreciendo a la propiedad su disposición a tomar posesión de toda o la mayor parte de la zona para rediseñarla según “criterios radicalmente nuevos”. El valor de la recuperación medioambiental e histórica, según Bettin, debe ser central en cualquier estrategia para el corazón de la ciudad.
Por lo tanto, aunque el “dictamen positivo” de la Comisión regional de la EAE desbloquea en principio el proyecto de reurbanización del antiguo edificio Umberto I, las numerosas condiciones y perplejidades planteadas por organismos como la Superintendencia, y las fuertes objeciones de comités ciudadanos y exponentes políticos, indican que el camino hacia la realización será aún largo y complejo. La cuestión de la demolición del pabellón De Zottis, con su rica historia y reconocido valor, sigue siendo un punto de acalorada controversia y un símbolo de la tensión entre las necesidades del desarrollo inmobiliario y la protección del patrimonio histórico y medioambiental de Mestre. La petición de nuevas investigaciones y la movilización de ciudadanos y políticos sugieren que el debate sobre cómo rediseñar el corazón de Mestre dista mucho de haber concluido.
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Mestre, el proyecto de reurbanización del antiguo hospital Umberto I divide la ciudad |
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